Delegación del Gobierno ha decidido coger el toro por los cuernos en la problemática de la frontera. La clave radica en el tiempo que aguantará en la plaza y en si será capaz de empezar a poner cierto orden en un sitio notablemente perdido. Hay quienes dicen que no y aventuran una más que probable vuelta a lo de siempre: a que de la normalidad se pase al caos y viceversa. Lo que tiene que tener claro la administración central es si lo que está haciendo se lo toma como lo que es, una cuestión de Estado, o si por contra solo busca aparentar cierta autoridad. Confío en que sea lo primero. Porque de ser así será el primer gesto real conocido en mucho tiempo de que realmente se quiere convertir Tarajal en una frontera.
Ahora y antes no ha sido más que un cachondeo. No ha habido ni valentía ni interés, por mucho que ahora, a tiempo perdido, haya quienes se pongan medallas cuando nunca las tuvieron. Durante muchos años nos han mentido, engañado y utilizado. Han jugado además con nosotros, porque por esa línea fronteriza ni se sabía lo que pasaba (ahora tampoco) ni había medidas acertadas para que aquello tuviera algo de sentido. Por negar nos negaron hasta realidades evidentes que eran grabadas y fotografiadas: el colmo.
Por cualquier frontera del mundo se pasa con la documentación en regla, los trabajos están regulados, se cumplen las normas, se controla todo. En la del Tarajal se hace todo lo contrario. En la zona con más vigilancia de policías, guardias civiles, cámaras... y que arrastra el mayor número de visitas de eurodiputados y señores de lo público que se conozca se hace la vista gorda a la economía sumergida, se permite que pasen madres con niños cargados de bultos y alcohol, circulan en hilera piezas de vehículos, manda la fuerza en forma de avalancha y un país extranjero que ha conseguido extender su poder hasta la propia Almadraba.
La Delegación del Gobierno no ha hecho más que empezar. No ha recorrido ni cinco pasos de todo el camino que tiene que emprender y en el que tiene que creer para que se haya resuelto solo un tanto por ciento del caos que nos han dejado populares y también ellos mismos, socialistas. No sé hasta qué punto dejarán que la cuerda se tense ni el aguante que habrá, ni las presiones, ni las consecuencias. Lo que sabemos todos (es en lo único que estamos de acuerdo) es que Tarajal es una ruina, una olla a presión que nos salpica a todos pero que importa a pocos.
Espero que cuando venga P.Sanchez, la DELEGADA del Gobierno lo lleve hasta el tarajal y que vea en sito lo que ocurre todos los días, este es un GRAVE problema que va en aumento, Marruecos y España tienen que poner orden, todos sabemos la pasividad de las autoridades marroquíes, sabemos que el objetivo de marrocues es convertir Ceuta en castillejos y lo está logrando, de la frontera al cruce de la Almadraba es una vergüenza, tercermundismo puro y duro, también por la incompetencia de j.vivas y su incompetente Gobierno, estamos a tiempo de poner orden y recuperar nuestro pueblo, nos va a costar mucho sacrificio, empezar de cero ,pero hay que hacerlo, es una necesidad