Ayer unos compañeros volvieron a insistirnos sobre los servicios unipersonales en el perímetro fronterizo. La respuesta fue que estamos esperando que el Servicio de Riesgos Laborales de la Comandancia nos conteste al requerimiento de valoración de riesgo que se entregó hace semanas.
En AEGC nos tememos lo peor, porque en la Guardia Civil asumir cambios a requerimiento de las Asociaciones Profesionales es como una ofensa para los que tienen que decidir esos cambios. Es como si un sacerdote asumiera que Dios se equivocó con eso del que al séptimo día descansó Dios, porque ahora estamos más por descansar los fines de semana y dios nunca se equivoca, pero tenemos muchas razones para exigir que los servicios unipersonales en la frontera acaben de una vez por todas.
El perímetro fronterizo es el servicio más conflictivo y con más incidentes de todos los que se realizan en Ceuta y lo podemos demostrar con creces. Hemos pedido acabar con los servicios unipersonales para evitar que ocurra una desgracia en la frontera no sólo a los guardias civiles, también a los inmigrantes y, sobre todo, lo hemos pedido a petición de compañeros que temen que un día ocurra algún incidente grave. En esas estamos y, por supuesto, llegado el caso señalaremos a los responsables con nombre y apellidos cuando ocurra cualquier incidente que lamentar.
Las agresiones a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado se han disparado en los últimos años y el pasado se produjeron 35 agresiones al día, más de 1.000 al mes, 12.843 entre enero y diciembre, un 7’63% más que el año anterior (datos conseguidos por CEP) y este año, por las cifras de agresiones tendremos datos muy superiores.
Tras estas alarmantes cifras desde AEGC hemos denunciado la falta de un protocolo de actuación ante las diferentes agresiones para proteger a los guardias y a los propios agresores.
Los agentes no podemos actuar de igual forma cuando somos agredidos por una persona que por varias que se resisten violentamente siendo conscientes de sus actos o cuando el que nos agrede no se encuentra en plenitud de facultades mentales por el consumo de sustancias estupefacientes, alcohol o por tener mermadas sus facultades por enfermedad.
Unas razones más que suficientes para entender que las actuaciones en el perímetro fronterizo son muy especiales por la falta de efectivos, por el número de personas a las que nos tenemos que enfrentar y, sobre todo, porque desconocemos qué tipo de personas son. Una información que en muchas actuaciones en las ciudades podemos tener, porque esa información nos la pueden dar los vecinos o por el propio conocimiento de los agentes actuantes.
Nos sobran las razones para pedir que el servicio en el perímetro fronterizo NO lo realice un solo guardia civil y por esa razón seguiremos insistiendo y llegaremos hasta donde tengamos que llegar.
Es solo cuestión de tiempo.
Son "personas" muy buenas y simpáticas, que vienen a integrarse y pagar las pensiones...