Frenar la presencia cada vez más creciente de los grupos yihadistas en África es uno de los objetivos sobre los que insisteron este pasado miércoles en la ciudad marroquí de Marrakech los miembros de la coalición ministerial contra el Estado Islámico (EI o Daesh).
"Se ha centrado con fuerza sobre la situación en África, algo necesario porque el continente se ha convertido en el objetivo principal del terrorismo", dijo hoy el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, en una rueda de prensa tras la reunión organizada por Marruecos y por Estados Unidos.
El África subsahariana acaparó el 48 % de los muertos por terrorismo en 2021 con 3.461 fallecidos, lo que elevó el número total de muertos a 30.000 en los últimos quince años, recordó Burita.
Esto ha contribuido -según el ministro, que compareció en el encuentro junto a subsecretaria de Estado de Estados Unidos Victoria Nuland- al desplazamiento de más de 1,4 millones de personas por los ataques recurrentes en la zona del África Occidental y el Sahel.
El terrorismo le costó a África 171.000 millones de dólares, explicó Burita, que añadió que 27 entidades terroristas basadas en África están registradas en la lista de sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Burita subrayó "una evolución importante" en las tácticas de los grupos terroristas que recurren a drones para misiones de reconocimiento y ataques, y también en el uso de nuevas tecnologías para la financiación como las criptomonedas.
En la reunión ministerial participaron unas 80 delegaciones, 37 de ellas de Europa, 19 de África, 13 de países árabes y 7 de Asia y Pacífico, así como representantes de la Liga Árabe, la UE, Interpol y la OTAN.
La subsecretaria de Estado de Estados Unidos señaló que la presencia de todos estos países constituye "un mensaje fuerte" contra Daesh.
Nuland indicó que "hay que estar vigilantes" por el aumento de la actividad terrorista, especialmente en la zona del Sahel, donde subió en un 43 % de 2018 a 2021. En este último año se produjeron más de 500 incidentes del EI en el continente con 2.900 muertos, destacó.
Y anunció que su país invertirá 119 millones de dólares en 2022 en nueva asistencia para los países del África subsahariana en programas de contraterrorismo para ayudar a sus instituciones a detener y juzgar a los yihadistas.
En el mismo sentido, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, afirmó a los periodistas que esta es la primera reunión de la coalición que se celebra en África "porque el epicentro del terrorismo y del yihadismo en estos momentos se encuentra en África y especialmente en el Sahel, una zona que España conoce especialmente bien" por las misiones en las que participa en la zona.
Subrayó que el Estado Islámico se ha debilitado en Siria e Irak, pero indicó es que "es en África, y muy especialmente en el Sahel, donde se encuentra la principal amanza de un fenómeno que no ha desaparecido".
Además de la amenaza terrorista en África, los participantes en la cumbre acordaron también un especial interés a la estabilización de Siria e Irak tras la derrota territorial del Daesh en 2019.
Para la número tres de Exteriores, aunque el EI se ha debilitado en Siria e Irak en los últimos años, sigue "siendo una amenaza y busca cualquier oportunidad para reconstituirse", como se puso de manifiesto en el motín de yihadistas en la cárcel de Hasaka el pasado enero, donde murieron casi 500 personas, la mayoría terroristas.
La responsable norteamericana anunció hoy que su país emitirá en "los próximos días" una "licencia general para facilitar la inversión económica privada" en las regiones de Siria no controladas por el régimen sirio y liberadas del Estado Islámico (EI), con el objetivo de ayudar en la reconstrucción de estas comunidades.
La coalición se fundó en 2014 y tiene 85 socios -se acaba de sumar Benín-, que se comprometen a derrotar al Estado Islámico en todos los frentes, desmantelar sus redes y luchar contra sus ambiciones globales.