Escondido en un habitáculo practicado dentro de la carcasa de una moto de agua asegurada con tornillos, sin poder salir por sus propios medios y dentro de un espacio de reducidas dimensiones. Así se intentó pasar hace escasamente un mes a un joven marroquí de Ceuta a la Península.
Que lo detectaran las fuerzas de seguridad fue determinante para evitar una auténtica tragedia.
Ahora, el tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado a un francés de solo 21 años por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros con la agravante de peligro para la vida y ánimo de lucro.
El acusado, identificado como R.T., aceptó una pena de 3 años y 1 día de cárcel tras reconocer su participación en esta acción criminal exculpando de cualquier responsabilidad a su compañera A.D., de 20 años, que llevaba junto a él cumpliendo prisión preventiva desde el pasado 5 de junio.
Esa mañana ambos ocupaban un vehículo que arrastraba a modo de remolque una moto de agua. En su interior estaba oculto el marroquí K.A.
Que los agentes destinados en el puerto localizaran a este joven en el servicio practicado a las 8 de la mañana antes del embarque seguramente que sirvió para salvarle la vida. Y es que estaba en un hueco de reducidas dimensiones, sin posibilidad de salir al exterior por sus propios medios y con dificultades para respirar.
"Serio peligro" para la vida
Cuando se le liberó de ese espacio tenía dificultades para respirar. Eso es, precisamente, lo que quedó reflejado en el atestado y lo que se ha tenido en cuenta en la calificación que el Ministerio Fiscal llevó a vista oral.
Se puso en “serio peligro” la vida del inmigrante, por eso mismo la acusación contempla la agravante específica del ánimo de lucro y del peligro para la vida.
El acusado no solo reconoció los hechos, sino que además exculpó a su compañera indicando a preguntas formuladas por el Ministerio Fiscal que ella no había participado en los hechos y que nada sabía del pase de este chico.
La joven, en su declaración, manifestó que desconoció la ocultación de este inmigrante en la moto de agua hasta la intervención policial.
La condena fue dictada de viva voz por el magistrado presidente del tribunal del máximo órgano judicial en nuestra ciudad, siendo por tanto firme.