Tres años y seis meses de prisión. Esa es la pena que aceptó ayer un francés que en octubre de 2018 fue detenido por la Guardia Civil en el puerto de Ceuta, cuando pretendía embarcar con 40 kilos de hachís ocultos en su vehículo. El Juzgado de lo Penal número 2 dictó sentencia por conformidad, después de que el acusado reconociera lo sucedido y asumiera su implicación en un delito contra la salud pública.
Los hechos a los que hace referencia la sentencia se remontan a hace un año después de que componentes del Instituto Armado sospecharan del acusado cuando, pasadas las once de la noche, iba a embarcar en el último de los buques que enlaza Ceuta con la Península. Sus sospechas fueron fundadas, ya que había ocultado en el suelo del vehículo hasta 100 bloques de resina de hachís, valorados en algo más de 65.000 euros.
El coche, modelo Mercedes, había sido preparado para este pase de drogas habilitándose todo el suelo de una manera perfecta para esconder el hachís. O eso pensaba, pero los agentes de la Compañía Fiscal no tardaron en dar con la narcótica sustancia, procediéndose no solo a la detención del acusado sino también a la intervención de su coche.
Tras su puesta a disposición judicial, reconoció los hechos imputados aceptando la pena de tres años y medio de prisión, algo menos de lo que en su calificación inicial solicitaba el Ministerio Público (3 años y 10 meses). Se cierra así otra historia vinculada al tráfico de drogas y relacionada directamente con Ceuta y el uso que hacen de la misma las organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes como plataforma para sacar hachís a través del puerto aprovechando los embarques.
En lo que va de año la Guardia Civil ha intervenido más de 5 toneladas de droga.