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La academia de baile ha organizado un espectáculo con el objeto de recaudar fondos en beneficio de la asociación síndrome de Asperger
El nombre suena, e incluso parece que últimamente está de moda, pero poco se sabe de él, el síndrome de Asperger es un trastorno neuro biológico del espectro autista que caracteriza a los que lo padecen de una falta de empatía, dificultad o torpeza física y obstáculos para relacionarse con los demás o entender el lenguaje no verbal, entre otras cosas. En Ceuta la asociación cuenta con unos 50 socios, de los cuales 20 padecen, el resto son familiares que invierten todos sus esfuerzos en poder sufragar la enfermedad ya que, excepto las ayudas del Gobierno local, ninguna otra entidad gubernamental, sanitaria o de otra índole les ayuda. Por esta razón, el espectáculo que los ceutíes podrán disfrutar a partir de las 21.00 horas en el Revellín va a ser inédito.
La academia de Rosa Founaud se ha propuesto ser la pionera en recaudar fondos para poder ayudar a esta necesitada asociación. Founaud usará la danza como medio de suscitar emociones y sobre todo de crear en el público, con el desarrollo del espectáculo, un sentimiento de empatía que consiga hacerles comprender la situación en que se encuentran las personas afectadas por Asperger con el espectáculo que han llamado ‘Para entenderme… emociónate conmigo’.
Explica Founaud que como ya es habitual en la escuela querían enfocar este primer espectáculo de la temporada a recaudar en beneficio de una asociación de la ciudad. “Estuve reunida con el presidente de la asociación y en el momento en que comencé a informarme sobre las características de la enfermedad me vino la idea de cómo enfocar el espectáculo”, comentaba.
La obra está centrada en una de las problemáticas de los niños asperger, canalizar las emociones y saber transmitirlas. En unos 25 minutos Pablo, niño Asperger, aparecerá en escena como protagonista e hilo conductor de la historia, hará un recorrido por todas sus emociones y cómo este las vive, en el que las bailarinas serán sus propias emociones. “El espectáculo comenzará con el chico confundido, una confusión que viene determinada porque no sabe canalizar esas emociones y al poder expresarlas a través de la danza sufre una liberación”, señalaba la bailarina. Pablo realizará un recorrido por sus diferentes estados de ánimo, de la confusión pasará a un enfado por esa falta de comprensión que se despierta entre la sociedad. Llegará la tristeza profunda que inundará al niño que finalizará con una felicidad plena y absoluta cuando consiga expresarse a través del baile. “Nosotros siempre decimos que la alegría siempre viene después de sentirte un poco triste”, decía Founaud.