El
Foro de la Educación que preside Ángel Gabarrón en Ceuta ha acordado la creación de tres grupos de trabajo en su seno para, tal y como prevé su Reglamento, abordar “la inmersión lingü̈ística con el alumnado cuya lengua materna no es el español”; la
‘brecha digital’ y “el efecto que produce en el alumnado el paso de la etapa de
Primaria a
Secundaria” con el objetivo de “establecer un protocolo de actuación para que el cambio sea lo menos traumático posible para esos estudiantes”.
En el segundo caso la intención del órgano consultivo es analizar “el acceso a la
educación digitalizada en contextos familiares con problemas socio económicos y en entornos desfavorecidos, así como la transformación digital de los centros educativos de nuestra ciudad”, donde en pandemia el propio ministerio de Educación cifró en 7.533 el número de dicentes con dificultades para acceder a enseñanza telemática, sobre todo en los colegios e institutos de la periferia.
El Reglamento de funcionamiento del Foro prevé la creación de grupos de trabajo “para el estudio y análisis de asuntos concretos” que sean objeto de especial relevancia para el desarrollo de la Educación en Ceuta.
Al grupo encargado de profundizar en las dificultades del estudiantado cuya lengua materna no es la vehicular han quedado adscritos, entre otros, el profesor de la UGR Fernando Trujillo y la profesora y escritora Tula Fernández como secretarios junto a Lorena Díaz, Carlos Cuadra o María Dolores Cuadra.
Fernando Trujillo, Carlos Cornax y Antonio José Moreno presiden los grupos de trabajo
De abundar en la digitalización de centros y la ‘brecha digital’ se harán cargo Antonio José Moreno, Jesús Canca, Antonio León, Amparo Cantó y Manuel Morales; mientras que de auscultar la transición de Primaria a Secundaria se encargarán Carlos Cornax, Antonio Coronil, Sandra López, Felipe Cerdá o María Dolores Bruzón.
Entre los temas que también se había propuesto como eje de algún grupo de trabajo también estaba
la problemática del fracaso y el abandono escolar; la situación del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo; la educación para la convivencia en los centros escolares; la educación para la igualdad de género y contra la misoginia, homofobia y transfobia; o la designación en centros de difícil desempeño.
Los miembros del Pleno del órgano consultivo creado hace ya más de diez años desean que la metodología de los grupos de trabajo constituidos “se aleje de cualquier tipo de aportación teórica” y que vaya dirigida “a la investigación centrada en la búsqueda de soluciones, de tal forma que se puedan promover los cambios necesarios para atajar los problemas que se abordan” con propuestas concretas y viables para su ejecución efectiva.