No parece que entre los asuntos de importancia para el presente y futuro de Ceuta esté bautizar el puerto con el nombre de Isabel la Católica. No es que sea irrelevante, sino que además atenta contra la propia normativa.
¿Se imaginan que ahora los puertos de España fueron rebautizados como le viniera en gana a una formación política? Suena a chiste, pero no lo es. En Ceuta Vox ha llevado a pleno esa intención y el resultado fue la risa general no solo dentro del salón plenario sino de cualquiera que escuchara tamaña tropelía.
Perder el tiempo en asuntos que además atentan contra la norma en vigor no se puede permitir en una ciudad con tantos problemas como Ceuta, problemas derivados de su ubicación geográfica en plena frontera sur de Europa y los propios de un territorio que no ha conseguido romper con las elevadas tasas de paro, la falta de oportunidades para la juventud o los escasos yacimientos de potenciación económica.
En estas circunstancias es ridículo no solo debatir esto, sino la falta de formación y preparación mostrada por un partido que es capaz de llevar a pleno propuestas que son irrealizables.
Este no puede ser el nivel político de una ciudad que aspira a más, que aspira a atender sesiones plenarias en las que se debatan asuntos de peso, fundamentados, preparados… no la primera salida para generar un show como el de este viernes a sabiendas de que ya solo hacer pública esta propuesta supone dar una patada a la inteligencia.