El
Gobierno de la Ciudad de Ceuta va a utilizar parte de los 32,1 millones que va a recibir en el marco del Programa Operativo del
Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) 2021-2027 para poner en marcha un Polo de
Contenidos Digitales. En el marco del ‘Ceuta Open Future’, se concibe como “el complemento ideal de la aceleradora mediante la creación de un espacio de innovación y creación donde los proyectos y las ideas logren madurar para, posteriormente, poder ser aceleradas”. Además, la iniciativa deberá “conectar con la base de generación de ideas de los centros de educación”.
El Polo será, según las fuentes consultadas por este periódico, “el motor del cambio en el ecosistema tecnológico de la ciudad fomentando que ninguna idea se quede fuera de la economía local por falta de medios tecnológicos, facilitando el acceso a sistemas modernos y a formación especializada de los usuarios de sus instalaciones, apostando por la formación transversal de alto contenido tecnológico, intentando llevar los proyectos a la creación de un producto mínimo viable”.
El Polo Digital se enmarca en el proyecto ‘Ceuta Open Future’
Parte de las transferencias se dedicarán al “refuerzo del crecimiento sostenible y la competitividad de las pymes y la creación de empleo en éstas mediante inversiones productivas”. En este caso, la administración local se propone “apoyar la adopción por parte de las pequeñas y medianas empresas de tecnologías digitales y modelos de negocio basados en las tecnologías de la información y la comunicación, incluidas infraestructuras y servicios como los centros de innovación digital, así como la promoción en ellas de la cualificación en materia digital y en tecnologías de la información y la comunicación basadas en el mercado”. Las autoridades comunitarias no permitirán, sin embargo, que la Ciudad destine fondos del FEDER al fomento de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a través de ayudas para la “modernización de electrodomésticos” a través de subvenciones a “la adquisición de lavavajillas, lavadoras y secadoras, frigoríficos, pantallas electrónicas y equipos de climatización, con nuevo etiquetado energético de clase A”, como se había propuesto desde Procesa inicialmente.