En menos de un día, un matrimonio levantó un muro para vivir en el interior del habitáculo formado, lo que ocasionó quejas vecinales.
Hace poco más de un mes en el patio interior de los bloques 24 y 26 de la barriada Juan Carlos I un matrimonio levantó unos muros de hormigón con la intención de vivir en el habitáculo tras ser desahuciados. La vivienda rudimentaria e ilegal provocó las quejas vecinales y la denuncia de la Policía Local por ocupación de la vía pública. Ahora, un mes después, la Consejería de Fomento ha ejecutado la orden de demolición de este habitáculo que poseía incluso toma de suministro eléctrico y de la red de saneamiento.
Según informó la Ciudad Autónoma, el espacio era de algo más de 54 metros cuadrados y los muros de hormigón levantados incluso tapiaban la ventana de un vecino. Este fue un punto de conflicto que incluyo pudo derivar en un altercado entre los ocupantes y los habitantes de la casa afectada, que necesitó de la presencia de la Policía Local.
Tras la denuncia cursada por los agentes, que instaron al matrimonio a demoler lo construido, la Consejería de Fomento inició el expediente de disciplina urbanística y comunicó a los ocupantes de esta construcción ilegal las consecuencias de no hacerlo, ya que la ocupación de la vía pública, las obras sin licencias y las edificaciones en zonas verdes no solo constituyen infracciones administrativas sino también penales de las que se informa a la Fiscalía.
Días después de la polémica construcción el marido acudió a El Faro para explicar que se habían visto obligados a levantar esta vivienda en la barriada tras ser desahuciados. No tenían dónde vivir al carecer de recursos y con una hija de dos años que mantener.