Conseguir la fluidez permanente en el
paso del Tarajal es un imposible. A eso se aspira. Este jueves las quejas de quienes cruzan de Ceuta a
Marruecos vienen por la falta de personal y los escasos carriles para la circulación. En el lado marroquí la salida era más rápida. Cada jornada es distinta. La falta de personal pero también el porteo encubierto que algunos intentan llevar a cabo tienen la culpa.
Ciudadanos han protestado por la ausencia de suficientes agentes para disponer más carriles abiertos y hacer el control más ágil, cifrando en una hora la espera en la explanada –en un día normal de tránsito como el de hoy- a lo que suma las retenciones en el lado español. “Es una vergüenza lo que hacen con la gente”, denuncian. Y es que esta tarde se concentraban muchísimas motos pero se había dispuesto un carril, con lo que la salida ha sido más lenta en dirección de Ceuta a Marruecos, no a la inversa. Además coches y motos circulaban mezclados, a pesar de que se había comunicado de la existencia de un único camino para los vehículos a dos ruedas.
El porteo encubierto por goteo
A esta situación se suman los viajes constantes que hacen españoles para sacar mercancía en escasa cantidad. Es lo que se llama el porteo encubierto por goteo. Sacan lo puesto o también productos en la cantidad mínima permitido pero de forma constante. El destino es la venta y los perjuicios son los que se producen por tanto movimiento constante. Las fuerzas de seguridad, en muchos casos, tienen ya ‘fichados’ esos anormales tránsitos, esos movimientos de personas que entran y salen en varias ocasiones el mismo día por lo que no se encuadra en lo considerado como normal. Es la válvula de escape de la que se surten quienes aprovechan para alimentar este pequeño negocio, bien alejado no obstante del tremendismo de antaño. Una triquiñuela difícil de erradicar.