El Ministerio Fiscal ha calificado los hechos cometidos por dos menores que, el pasado julio, se dedicaron a apedrear vehículos de la Guardia Civil para grabar luego sus actuaciones con un teléfono móvil. Considera que incurrieron en un delito de atentado por lo que pide que se adopte medidas de internamiento de un año. De ese periodo, 9 meses
deberían permanecer internos en el reformatorio de Punta Blanca y los tres restantes, sometidos a una libertad vigilada, bajo control del equipo del Área de Menores de la Ciudad Autónoma.
A la espera de que se celebre la vista en el Juzgado de Menores, los implicados fueron puestos en libertad con cargos, después de que fueran localizados por la Benemérita tras varios episodios de atentado contra los vehículos oficiales del Cuerpo.
Los hechos a los que se refiere esta petición fiscal tuvieron lugar durante el pasado julio y estuvieron protagonizados por varios menores que se reunían en los alrededores de la rotonda del Morro para, a primera hora de la mañana, esperar el tránsito de los vehículos del Instituto Armado. A su paso, procedían a arrojar piedras, llegando a impactar en los jeep y pudiendo provocar daños en sus ocupantes.
La Guardia Civil tuvo que montar un dispositivo para dar con los implicados, comprobando que detrás de estas acciones estaba su interés en grabar en video para, supuestamente, luego jactarse de sus acciones, a pesar de que estaban incurriendo en delitos de atentados. Se procedió a la detención, en dos servicios distintos, de dos menores y un adulto de 20 años.
No solo los guardias civiles fueron víctimas de estos episodios, ya que vecinos del Morro y taxistas también sufrieron impactos de piedras, lo que pasa es que en buena parte de estos casos no se interpuso denuncia de ahí que no trascendiera la mayor envergadura de las actuaciones.