En aguas del foso de Ceuta. Allí fue encontrado hace prácticamente una semana el cuerpo sin vida de Adham.
Su aspiración por cruzar a la ciudad terminó en el mar, ahogado. Sus dos compañeros de travesía aún no han sido localizados.
Este martes, la Funeraria Al-Qdar ha procedido al traslado de su cuerpo a Marruecos. Será enterrado en su tierra, en Tetuán, después de haberse conseguido su identificación plena por parte de la Guardia Civil.
Tanto con los papeles que portaba el joven como con la identificación hecha por varias personas que se desplazaron a la Comandancia, se ha podido judicialmente verificar su nombre y apellidos, autorizándose su traslado al vecino país, a su tierra.
Adham Bouna tenía solo 24 años y vivía con su madre. Huérfano de padre, este joven lleno de vida, frustró su futuro en el mar siguiendo la ruta mortal del espigón.
Junto a Adham salieron Youssef el Kharbach, de 25 años y Mohamed, de la misma edad. Nada se sabe de ellos, lo que sigue generando una enorme angustia entre sus familias que esperan conocer noticias.
Salieron de noche de la playa de Castillejos con más magrebíes. Antes de partir enviaron fotos sonrientes, con sus trajes de neopreno y aletas. Hoy esas imágenes son aterradoras tras saber el desenlace.
Amigos con residencia en un barrio de Tetuán, Taboula, se pusieron de acuerdo para partir.
De allí se marcharon siguiendo el mismo ritual de otros vecinos: hacerse con un traje de neopreno y aletas para intentar el cruce.
Adham será enterrado en su tierra, llorado por sus amigos y su propia madre. Es el fin de una nueva tragedia en la frontera sur.
Como él otros jóvenes han muerto ahogados o por el frío y cansancio. Identificarlos resulta clave para sus familias, lo peor es no dar con esos nombres porque aumenta la desesperación de padres, amigos o esposas que siguen esperando una llamada.