El fin de una parodia

En cualquier tertulia, hablar de política ya no entra en los planes de nadie, sobre todo cuando sabes que lo que se va a hablar carece de interés y fundamento. Eso es lo que ocurre hoy día cuando los pactos y acuerdos no son beneficiosos para la salud. Es posible que también ocurra que es mas constructivo hablar de fútbol, de toros o de cualquier otro tema. Sobre todo por los delirios psicopáticos de alguna mente oscura. Después de haber comprobado que grupos políticos pactan sin temor por el cargo, el dinero y en ocasiones, por joder a los demás. Pero hoy día utilizamos el silencio para contestar a quien solo busca encenderte o fastidiarte, con argumentos que solo pueden salir de un estómago agradecido y poco respetuoso.

No pocas disputas han nacido desde la ofuscación y el desagravio, en un cúmulo de estupideces que solo el tiempo hará la justicia que se merece. Abandonar el lugar puede ser otra de las opciones que se barajan, antes de que las manos lleguen a las caras de nuestros momentáneos enemigos. Si alguien se regodea de lo bien que lo hace el Partido Socialista pactando con comunistas, separatistas y filo-terroristas, para coger el poder al precio que sea, sin pensar que se verifica en sus palabras, si es el interés de España y de sus ciudadanos o, en cambio, solo buscan el confort del sillón y gobernar aunque sea con el perrito de la casa contigua. Es curioso que muchos de los que somos de derechas, hayamos estado en la tesitura concisa de respetar a los que, en aquellos tiempos, llevaban nuestras riendas políticas. Y no importaba demasiado, el respeto estaba por encima de cualquier prerrogativa. Hoy aun más cuando observamos a políticos de entonces que, un día sí y otro también, aparecen de repente opinando y creyendo en sus palabras y, lo hacen, en cualquier cadena de televisión. La calidad política de Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina, Corcuera y otros muchos, dejaban por los suelos a los políticos de hoy. Claro, eran tiempos en los que se respetaba La Constitución y sus componentes eran hombres preparados, que buscaban el sentido común y la sensatez. Se podría llamar “la metaformosis” de un escenario posterior a la guerra donde todos, sin excepción, cogieron el hacha del trabajo y el pico que profundiza en las leyes, lugar donde quedaban plasmados los derechos y las libertades. En definitiva, eran tiempos de abrazos, besos y amistad.

Si nos adentramos en lo ocurrido en los últimos días en la política de Ceuta, habría que decir en primer lugar que se intenta magnificar un hecho que se maneja en la mala idea y en la ofuscación. No solo por los wassap que, supuestamente, pueden tener la influencia de una mano negra… yo no podré interesar a nadie pero me fastidiaría mucho que alguien se introdujera en mi vida privada. Mucha gente conoce el camino recorrido por algunos miembros de la Asamblea que, posiblemente y digo posiblemente, hace tiempo que estaría devorando sus mentes. Los cargos que otorga el pueblo, tras una votación, nunca podrán ser propiedad de ninguna persona. Lo mas elegante y lo beneficioso para el pueblo es que, utilizando el sentido común, arma principal del Grupo Parlamentario VOX, la normalidad debería volver a una formación a la que muchos atacan porque se lo han dicho otros y desconocen el programa que, por deformación, muchos no leen. Bueno, yo tampoco leeré el programa de Podemos ni de los separatistas, comunistas y los filo-etarras. No está la cosa para perder el tiempo. Tendría que decir que Fati Mohamed me cae muy bien y la reconozco como una persona muy inteligente. Sobre Mohamed Alí, excepto por su postura en cierto modo agresiva de los pasados días en el Pleno, no tendría nada que decir que fuera negativo. En realidad, no lo conozco. A muchos de los musulmanes residentes en Ceuta y que son amigos míos de toda la vida, unicamente mandarles un abrazo y que el termino Moro a veces se convierte en morito. Luchemos por la Convivencia y por el interés de Ceuta porque, el PSOE, según tengo entendido, todavía no ha contestado por los siete millones de euros de la desaladora y la frontera. Eso es lo que debe preocuparnos…