¿Es posible pensar y colaborar en proyectos de renovación sin hipotecas metafísicas ni fundamentalistas?
Gianni Vattimo, Después de la cristiandad. Por un cristianismo no religioso, Barcelona, Paidós, 2021
Durante todo el siglo XX y durante los años que han transcurrido en este siglo XXI algunas frases de los filósofos más influyentes como, por ejemplo, “La muerte de Dios” -Nietzsche (1844 – 1900) o “El final de la Metafísica” -Heidegger (1899 – 1976)- se han repetido como eslóganes propagandísticos por quienes, movidos por fines ideológicos diferentes no siempre han interpretado correctamente sus significados. En ocasiones, incluso, han llegado a ser aceptadas o impuestas como dogmas de fe de la modernidad por los se confesaban agnósticos.
Gianni Vattimo, profesor de Filosofía Teorética en la Universidad de Turín y especialista en estos dos pensadores calificados como los críticos más radicales de la modernidad y, también, como los más anticristianos, reconoce que han sido, paradójicamente, quienes “a él lo han reconducido a la fe cristiana o a algo que se le parece mucho”. En esta obra, de manera clara, detallada y profunda, muestra cómo el pluralismo posmoderno permite volver a encontrar la fe cristiana porque, aunque en la actualidad ya no es sostenible creer en el Dios de la Metafísica y de la Escolástica medieval -un Dios que no es el de la Biblia-, sí es posible y válido asumir la noción bíblica de la creación, de la contingencia y de la historicidad de nuestro existir.
En mi opinión, este redescubrimiento guarda cierta analogía con la sorpresa que provocaron los primeros seguidores de Jesús de Nazaret. No se trata de saltar sobre la historia, pero sí, quizás, de hacernos contemporáneos para revivir aquellas palabras y aquellas conductas interpretadas y valoradas por ciudadanos tan diferentes como los judíos y los paganos. Es una invitación para que nos preguntemos cómo la vida de Jesús de Nazaret se conjuga con la vida del mundo actual. Parto del juicio de que hoy, más que definiciones, se necesitan vivencias y convivencias de experiencias capaces de transformar la vida humana individual y colectiva. He llegado a la conclusión de que la lectura de esta obra arrojará luz a quienes tratan de interpretar y de valorar la validez de los mensajes evangélicos precisamente en unos tiempos y en unas circunstancias en las que es necesario y debería ser posible pensar, conversar, discutir, dialogar, disentir y colaborar en unos proyectos de renovación sin hipotecas metafísicas ni fundamentalistas.
En relación al primer párrafo, no me sorprende que el profesor Gianni, tomando como referente los dos pensadores alemanes y sus posiciones tan radicales, le hayan hecho inclinarse hacia una orientación cristiana o algo parecido.
En cuanto al segundo párrafo, si me gustaría dirigir su atención sobre el hecho de que, aunque el modelo de la vida de Jesús tiene una complicada adecuación a estos tiempos, su comportamiento ético y moral sigue siendo un modelo intemporal y estático en el espacio y el tiempo, de un imprescindible valor para la convivencia humana.
Estoy de acuerdo y entiendo que, posiblemente se tenga que retornar de nuevo a la fuente de agua pura que representa Jesús, saltando por encima de los que pervierten el mensaje, refugiándose con mayor ahínco en los continentes, que en los contenidos.
Gracias por sus saludables textos. Nando