En Marruecos, a solo un puñado de kilómetros, hay mujeres encerradas en muros de silencio porque un día cometieron el supuesto pecado de ser madres solteras.
A partir de entonces el Código Familiar (Mudawana) cae sobre ellas como una losa, las etiqueta con epítetos poco agradables al oído y las cubre con una pesada manta de injusticias: desde no poder legar a los hijos el apellido sin consentimiento de su padre o hermano hasta convertir en una quimera la reclamación de una pensión alimenticia. Por si fuera poco, la puntilla la pone el famoso artículo 490 del Código Penal, que impone penas de hasta un año de prisión a quien ose mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. No suelen ser efectivas, pero la acusada queda marcada de por vida.
Esa tragedia oculta es la que intenta plasmar, a medio camino entre el reportaje y la denuncia, el proyecto Madres invisibles, un ambicioso documental ideado por el gaditano Lorenzo Benítez que cuenta con el respaldo de un equipo de cinco especialistas –Óscar Clemente, Helena Madico, Mari Luiz Domínguez, Eva Cote y Suhail Serghini– en áreas vinculadas a la Comunicación o la Antropología. Para que vea la luz necesitan reunir 13.000 euros, de ahí que hayan lanzado en internet una campaña de crowdfunding (financiación a través del micromecenazgo) que hasta ayer había cosechado 10.615 euros. Del arranque del rodaje, previsto en Marruecos para el lunes 26 de mayo, distan por lo tanto menos de 2.500 euros.
El proyecto se sirve de la narrativa transmedia, un formato que según su director “explora nuevos caminos en la creación documental a través de la combinación de expresiones artísticas, formatos y plataformas con un hilo común: la interactividad con el espectador”. De ahí que el documental que resulte de un mes de filmación fluya luego a través de soportes tan clásicos como la televisión, el DVD o el papel, pero también a través de las plataformas digitales, los ordenadores, los teléfonos inteligentes o las tabletas en forma de webdoc.
“Nuestras protagonistas son mujeres que luchan por recuperar sus vidas. Mujeres que han tenido que abandonar a sus familias al ser repudiadas, tachadas de malas hijas o putas. Ellas ponen rostro y nombre a la madre sola, a esa figura universal que trasciende fronteras culturales, temporales y geográficas. Son castigadas por la ley al ostracismo civil, señaladas en sus barrios o insultadas en algunos de los hospitales a los que van a parir. Son jóvenes o no tan jóvenes cuyo único pecado fue ejercer su sexualidad con libertad”, detalla el grupo en la web en la que piden el apoyo financiero (www.verkami.com/projects/8338-rodaje-de-madres-invisibles). En las últimas semanas, han solicitado además ilustradores marroquíes que plasmen las historias que comenzarán a narrar.
Parte de lo recaudado revertirá también sobre la Asociación 100% Mamans, volcada en el acogimiento, fortalecimiento e intervención social con las madres solteras y sus familias, los ejes de esta historia.