Tres valencianos, que fueron detenidos por la Policía Nacional con hachís cuando cruzaban la frontera del Tarajal el pasado 31 de enero, han sido condenados a un año de prisión. Su coartada de que iban a celebrar un cumpleaños y se habían puesto de acuerdo para compartir la droga como autoconsumo no ha tenido peso, ya que la titular del Juzgado de lo Penal número 1 ha dictado sentencia condenatoria al considerar que estos tres amigos, residentes en una caravana en Marruecos, habían cometido un delito contra la salud pública.
En el caso de la llamada S.G.E. y el identificado como J.J.M.M., se ha suspendido la condena por un periodo de dos años, no así para el tercero de los implicados, V.B.A., al que se le obliga a entrar en prisión al tener antecedentes penales, según consta en la sentencia a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro de Ceuta.
Los tres valencianos fueron detenidos por la Policía con diversas cantidades de hachís adosadas a sus cuerpos. En total 390 gramos, que llevaban escondidos en los testículos (uno), en la zona de las axilas (la única mujer del grupo) y en forma de pequeña piedra en el bolsillo (otro).
El Ministerio Fiscal interesó que se impusiera una pena de 1 año y 4 meses para cada uno de los acusados que ni siquiera acudieron a la vista oral celebrada en marzo, antes de que se decretara el Estado de Alarma y se cerrara la frontera.
Fiscalía pidió pena de cárcel para los tres, dejando constancia en su informe que había quedado demostrado que todos habían participado en el delito, actuando de manera conjunta. Por la cantidad de droga no puede ser considerada como autoconsumo. El Tribunal Supremo establece ese margen en 50 gramos, mientras que el criterio de la Audiencia es algo más elevado -hasta 200- en los casos en los que el portador ha manifestado un trayecto de tiempo a la Península. En el caso de marras fueron 390 gramos los aprehendido, eliminándose por tanto esa posibilidad.
En la sentencia se toma como un hecho probado que los acusados portaban hachís y que fueron detenidos precisamente porque ya la Policía sospechaba por sus continuas entradas por la frontera. Ese día les sorprendieron con la droga. Los testimonios de los agentes que prestaron declaración fueron consideradas “firmes, coherentes y complementarios entre sí”, sin que se sospeche de ningún motivo para dudar de su veracidad.