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Sobriedad para el Jueves Santo. El silencio inundó la calle para que pasara la procesión del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora del Desamparo, donde solo se escuchaba la música del cuarteto musical que lo acompañaba
Mucho se especulaba ayer sobre la salida de la ‘Vera Cruz’. Y es que la cofradía se enfrentaba a su tradicional problema de escasez de costaleros que a lo largo del día auspiciaba una suspensión de la procesión. Finalmente hubo un final feliz y se pudo capear el vacío para que el paso recorriese las calles de la ciudad, aunque en esta ocasión se hizo el recorrido corto ya que efectuó su salida unos 20 minutos más tarde de lo previsto. No obstante, un gran ambiente de fervor se desplegaba a las puertas del Santuario de Nuestra Señora de África. Los devotos esperaban la salida de la Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora del Desamparo.
Alrededor de las diez de la noche, los alrededores del Santuario se quedaron en silencio para abrazar al Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora del Desamparo. El silencio y el color negro de las túnicas de los nazarenos crearon un ambiente de respeto que envolvió a la procesión en su recorrido.Los costaleros demostraron su buen hacer llevando al paso del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora del Desamparo por las principales calles del centro de la ciudad, que andaba como corresponde a una Cofradía de silencio. La cuadrilla estaba formada por hombres y mujeres. La procesión del ‘Vera Cruz’ y el ‘Desamparo’ fue la última en salir ayer Jueves Santo. Y no defraudó a los devotos ceutíes que disfrutaron de un largo paseo durante el que acompañaron a los pasos.
Su entrada por la Carrera Oficial estuvo envuelto en el respeto y la sobriedad propias de una hermandad de silencio. Solo los compases de la música de capilla acompañaron el procesionar de Madre e Hijo por una de las arterias principales de la ciudad autónoma.