Recogimiento y silencio. Pasa Jesucristo amortajado por las calles de Ceuta. La lluvia ha permitido la Estación de Penitencia de una de las
cofradías más solemnes de Ceuta,
la del Descendimeinto. El tenue sonido del muñidor ha avisado a los devotos de la salida del Misterio del Traslado desde el Oratorio de la Santa Cruz. Tiempo antes de su salida la muchedumbre ha esperado en las puertas su salida. El leve murmullo que se ha agitado frente al templo ha sido sustituido por un silencio absoluto. Solo el sonido del llamador y las suelas de los costaleros han sido audibles. Antes de abrirse las puertas, dos niñas inquietas han balbuceado en brazos de sus madres. "Hay que estar en silencio, ¿vale?", le ha dicho dulcemente una de ellas a su hija.
El momento más intimo de la cofradía ha sido el paso por el callejón. Los devotos, sin hacer ni un solo ruido, solo el arrastre de sus pies, han andado tras el misterio. Aún se ha escuchado de fondo alguna banda de música de otra procesión. Ventanas se han iluminado en el bloque de pisos que se encuentra al lado del Oratorio. Muchos de los vecinos se han asomado a contemplar la entereza del Misterio del Traslado.
El conjunto escultórico ha cumplido con su itinerario bajo la atenta mirada de los fieles. Este año ha lucido con esplendor en el paso María de Cleofás, la nueva talla sacra de Juan Manuel Miñarro. Solo queda por llegar San Juan Evangelista para completar el Misterio.
Alumbrados solo por la luz de la luna, los ceutíes han revivido la mortaja de Jesucristo, uno de los momentos más lúgubres de su vida. Ha dejado atrás la cruz y sus allegados lo despiden en brazos de su dolorosa madre. Solo interrumpe el silencio algún leve murmullo. Ceuta ha volcado su respeto al Misterio del Traslado. El incienso y el muñidor han avisado a los caballas del paso del
conjunto escultórico. Un paso sobrio coloreado por los lirios que ha despertado un fuerte sentimiento de solemnidad en los devotos. El Descendimiento y la ciudad han quedado de luto. Un reguero negro ha formado el cortejo del Misterio para rendirle tributo a Cristo.
La nueva Junta de Gobierno ha acompañado al conjunto escultórico y ha logrado llevar a cabo la Estación de Penitencia pese a las preocupaciones iniciales por las precipitaciones previstas también para la segunda parte de la
Semana Santa. Los ceutíes han visto de nuevo al Misterio, pero con unos ligeros cambios de reordenación y con la presencia de la nueva
talla de María de Cleofás.