Emprendedora, motivadora y siempre dispuesta a trabajar duro para continuar su exitoso camino. La empresaria y activista Fatiha Lahasen cree firmemente que la formación continua es una de las claves para alcanzar las metas, siendo ella el mejor ejemplo. Este viernes Lahasen recibirá una de las Medallas de la Autonomía por el Día de Ceuta, un orgullo que comparte con quienes luchan por sus objetivos.
–¿Qué fue lo primero que pasó por su mente cuando supo que le iban a entregar este reconocimiento?
–Lo primero que se me ocurrió fue que es un gran reconocimiento, que es un honor y un orgullo que te reconozcan ese esfuerzo y esa trayectoria profesional, y la implicación que ha tenido en la ciudad.
–¿A quién quiere dedicarle este reconocimiento?
–A todas las personas, a mi familia en particular, a mi hijo por esa falta de conciliación laboral, a mis padres sobre todo por ese apoyo incondicional, a mis hermanos porque soy la mayor de tres varones y siempre me han estado apoyando, y a todos mis compañeros y compañeras, amigas y amigos que han estado a lo largo de mi trayectoria profesional, de los cuales he aprendido mucho en su mundo laboral, en su actividad profesional. Hemos tendido lazos para poder llegar a lo que cada uno tenía en su mente: un equipo.
–Como mujer, ¿qué significa que la Ciudad reconozca todo ese esfuerzo que ha hecho durante todo su recorrido profesional?
–Este reconocimiento no es para mí como persona, sino para la representación real de nuestra ciudadanía, entonces para mí representa a una población de la ciudad a la que le faltaba ese reconocimiento. Para mí es eso, ese trabajo y ese esfuerzo, representa a todos los profesionales de la ciudadanía real, un reflejo fiel porque faltaba ese reconocimiento a la diversidad laboral en nuestra ciudad.
–¿Cree que al rol de la mujer se le da suficiente valor en la ciudad o hace falta más apoyo?
–Hace falta un poco de apoyo siempre y la única diferencia es que actualmente están los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en esa fase hay una meta que es la de la igualdad de oportunidades, entonces esa igualdad de oportunidades da valor a esa diversidad de la que hablábamos, de manera que cualquier caso de discriminación de género, de identidad o de etnia, ahí no se aplica.
"El mundo de la formación me encantó, aprendí mucho y a la vez que aprendía me seguía formando"
Aparte están también apoyadas en este caso en las grandes empresas, se está viendo ahora ese reflejo en esas grandes corporaciones porque se les está ayudando o subvencionando, mejorando, para esas contrataciones, entonces vamos a ver más diversidad y dentro de esta diversidad están las mujeres y ese es el empuje que estamos recibiendo ahora, y en la ciudad yo pienso que se seguirán aplicando porque esos objetivos son directivas de la Unión Europea y de Naciones Unidas.
–Háblenos un poco sobre su trabajo como empresaria y asesora, ¿cómo fueron sus inicios?, ¿cómo fue ese recorrido que la llevó a donde está actualmente?
–Empecé siendo autónoma porque no había ese acceso laboral o esa oportunidad laboral que te pueden dar para ver si tu talento es válido o no válido, por lo tanto comienzo como autónoma, en una academia de enseñanza de formación no reglada, eran cursos también subvencionados y ahí comienza mi andadura. Como formadora estuve cuatro años y el mundo de la formación me encantó, aprendí mucho y a la vez que aprendía me seguía formando. La formación me llevó a especializarme en lo que es mi carrera, acabé un máster de Asesoría Fiscal y Derecho Tributario y de ahí a gestionar mi propia academia y también empiezo a gestionar otras empresas que eran de mis compañeras, de mis amigos; ahí empiezo a dar el salto porque hay veces que las empresas tienen un ciclo y cuando toca cerrar hay que cerrar y empezar uno nuevo, y mi nuevo ciclo comenzó en el año 98 con la Asesoría Sharika y cumplo el año que viene 25 años.
"Este reconocimiento no es para mí como persona, sino para la representación real de nuestra ciudadanía"
Y lo bueno que hice fue mantener mi granito de arena de esa formación, una formación continua que sigo haciendo hasta ahora. Intentaba motivar a ese grupo de alumnos con el que había trabajado y empecé a solicitar alumnos para la formación práctica y para esa formación tengo convenios con el Ministerio de Educación para grado medio, grado superior en la rama de Administración de Empresas,y luego también con la Universidad de Granada. Como empezamos a ser referente muchos alumnos que han cursado estudios superiores fuera nos piden hacer prácticas aquí y esa formación les está sirviendo de garantía o empujón para continuar con su trayectoria profesional. Esa ha sido mi implicación con la ciudadanía.
–Con toda la experiencia que ha tenido, ¿qué consejos le puede dar a esas personas que están comenzando y que se sienten abrumadas con tantas dificultades?
–Dificultades siempre va a haber, eso es lo que tienen que pensar, que de los fracasos se aprende. Yo tardé en aprenderlo, pero de un fracaso se aprende y bastante. Hay que tener mucha perseverancia, mucha paciencia, es esfuerzo y mucho trabajo. Pero, sobre todo, esa formación continua, yo abogo por la formación continua y el trabajo duro.
–Parte de su vida está dedicada al activismo, ¿qué significa ese aspecto para usted?
–Llevo desde siempre metida en asociaciones, como activista social, he estado en la Cámara de Comercio y en la Asociación de Mujeres Empresarias, y actualmente con una asociación de mujeres empresarias internacional. La verdad es que aprendes muchas cosas de esas mujeres, de esa diversidad y riqueza que pueden aportar en femenino, talento en femenino y eso lo que me está ayudando es a trasladar toda esa información aquí a la ciudad y la verdad que lo hemos visto; de hecho invito a todos a nuestro congreso que vamos a celebrar el 8 y 9 aquí, al que se van a trasladar mujeres de toda la Península e incluso una señor que viene de Sudamérica.
–Alguna experiencia que haya tenido como activista que la haya marcado y que de alguna manera esa enseñanza le haya servido para el recorrido logrado.
–Mis abuelos fueron militares y entonces yo estudié el caso de las pensionistas militares y vi que no habían recibido absolutamente nada y estuve luchándolo bastante. Conseguimos algunas cosillas, pero eso fue lo que más me marcó y me impulsó a seguir trabajando por esta causa, y también hay que recordar que ellas también fueron nombradas y tuvieron la Medalla de la Ciudad Autónoma y en aquella época fue muy emotivo porque mi abuela había fallecido pero todas sus amigas y las señoras la recogieron (la medalla), fue muy emotivo. A mí eso me marcó porque es un recuerdo de nuestra historia que tiene que permanecer vivo.
Tras casi 17 años como cliente solo puedo expresar mi agradecimiento a Fatiha Lahasen y todo su equipo
La mejor gestoria con diferencia,
trato excepcional , todo el personal excelente, recomendable 100% .....