Este lunes Ceuta ha entrado en la Fase 2 de desescalada y eso, también gracias al buen tiempo, se ha notado en sus calles. Atrás hemos dejado un fin de semana que terminaba sin nuevos positivos de coronavirus ni tampoco nuevos curados en nuestra ciudad. Estos datos hacen que también la gente haya perdido el cierto miedo que tenía a salir.
Ceuta continúa dando pasos hacia la llamada "nueva normalidad" con más apertura en las medidas de confinamiento. Entre las principales novedades de la Fase 2 está la eliminación de las franjas horarias; la ampliación del número de personas que pueden reunirse de 10 a 15 (ya sea en domicilios, bares o zonas al aire libre); la visita a familiares en residencias o la apertura de piscinas y playas.
Algunos ceutíes, a pesar de los nublados y el viento, se han acercado en la mañana de este lunes a la playa de la Ribera, donde aún la Ciudad no ha colocado los carteles que anunciaron sobre dónde sería posible el baño y dónde no había control policial en los accesos. Algunos han ido solos para relajarse y tomar el primer baño de la temporada, otros en pareja, con su grupo de amigos o en familia. No obstante, todos han guardado en todo momento las distancias de mínimo dos metros de seguridad.
Incluso, algunos como Giovanna y Luis llevaban su mascarilla responsabilidad. El uso de la mascarilla es también obligatorio en la playa. Esta pareja de italianos, que este lunes ha querido disfrutar de la costa, lleva en Ceuta desde noviembre. Se quedaron atrapados sin poder volver a su país, al que regresarán el 1 de julio si todo va bien.
Juan Carlos Rodríguez y su hija de once años han sido algunos de los “valientes” que se han atrevido a pegarse el primer chapuzón del año y recuperar también la normalidad yendo a la playa.
Por su parte, la familia Arrazola Blanco también ha decidido ir a pasar la mañana a la playa y aprovechar para que a los niños, Amelia y Benji, de 7 y 8 años, les diera un poquito el sol. Los niños tenían “muchas ganas” de ir a la playa y de jugar en la arena y también en el agua, aunque nadar no porque “está fría”.
El Chiringuito de La Ribera también ha abierto este pasado fin de semana al público después de más de dos meses. Su dueño, Hosain Omar, confiesa que aunque tiene a sus clientes de siempre, la gente todavía tiene miedo a salir, pero que en su local están tomando todas las medidas oportunas porque la seguridad de todos es lo más importante.
“Tenemos montadas un 50 por ciento de las mesas en terraza, separadas a dos metros y esto es lo que podemos hacer. No se puede montar mucho más porque no hay espacio”, explica el dueño, Hosain Omar. Por ello, solo atienden con reservas y han quitado la barra que tenían en el exterior.
Ya se puede consumir dentro de un bar o restaurante
Y es que en los bares y restaurantes ha habido cambios importantes. Si hasta ahora sólo estaban abiertas las terrazas, ahora la gran novedad es que ya se puede consumir dentro de los locales respetando un aforo máximo del 40 por ciento.
Todavía hay que olvidarse de tapear o tomar cañas en las barras porque es obligatorio estar sentando en una o varias mesas. Y éstas tienen que asegurar una distancia de dos metros entre los clientes de otras. Las terrazas al aire libre continuarán abiertas hasta un 50% de las mesas y con una ocupación de 15 personas por mesa.
La Cafetería Alhambra en la Gran Vía ha sido otra de las que ha abierto este lunes tanto con la terraza exterior como con tres mesas en el interior. Nordin Boulaich, su dueño desde hace 19 años, cuenta que estos dos meses han sido duros porque tenía que seguir pagando el alquiler, los impuestos y a sus tres trabajadores. Por eso, han reabierto con muchas ganas.
“Ha sido un día muy bueno, el clima también, el término del Ramadán también y ha sido bastante positiva la reapertura para lo que yo me creía”, comenta Nordin Boulaich.
La cafetería Pat & Cris abrió el 11 de mayo con una camarera menos debido a la difícil situación económica por la que pasan. Pero hoy también ha abierto el interior de su local con cinco mesas. “Hay muchas personas que prefieren más intimidad y lo han aceptado muy bien” el poder estar dentro y “vamos poquito a poco trabajando”, explicó su dueña, María África Sánchez.
No obstante, las personas están guardando bastante bien las distancias. El mítico Cervantes también ha levantado hoy la persiana tras casi tres meses. “Ahora tenemos que retomar el ritmo poquito a poco, no es lo mismo, pero esperemos que vaya subiendo la cosa y volvamos a tener por lo menos lo que teníamos cuando cerramos”, explica la gerente Rosa Alcalá.
También han abierto el interior del local con cinco mesas, aunque “la gente de momento hoy se están comportando muy bien y guardando las distancias”.
Las autoescuelas, en marcha
Otra de las novedades, además de permitirse la apertura de centros comerciales, cines, teatros, la celebración de bodas con invitados o la ampliación del aforo al 50% en los lugares de culto, es la reapertura de academias y autoescuelas. El pasado sábado la Delegación del Gobierno comunicaba la reanudación de los exámenes teóricos y prácticos para la obtención del permiso de conducir.
Por ello, la Autoescuela África ha abierto hoy mismo sus puertas tras dos meses y medio. Aunque están promocionando mucho los cursos online, varios alumnos han sido los que se han acercado para interesarse por cuándo pueden volver a sus clases teóricas o prácticas.
“A partir de mañana ya se pone en marcha todo y los exámenes también se van a ir programando para la semana que viene. Dentro de cinco días se programarán los teóricos, las destrezas en dos semanas y la circulación en tres semanas, es decir, que en tres semanas está todo reactivado otra vez”, ha explicado el dueño de la autoescuela, Carlos López.
Pero para reabrir han tenido que tomar muchas medidas de higiene para garantizar la seguridad de todos. En la entrada han colocado una alfombra con desinfectante para refregar los zapatos y otra segunda para limpiarlos. Una vez dentro, hay que lavarse bien las manos y esperar nuestro turno. En el aula pueden sentarse siete personas y en la parte de los ordenadores cuatro para mantener las distancias. No obstante, el horario permanece intacto: de diez a una por las mañanas y de cinco a nueve por las tardes.
Ceuta está volviendo a la normalidad. El tiempo soleado acompaña y hace que las calles estén repletas de viandantes paseando o haciendo sus compras, pero que en su mayoría cumplen el uso obligatorio de las mascarillas.
Menuda manera de reírse de los ciudadanos, humillarlos y someterlos.
El gobierno bolivariano,estalinista, del cristo de ratikulin que vinieron en una nave cuadrada,nos mataran a todos para usurpar nuestros cuerpos