El cansancio empieza a acumularse en esa parte del cuerpo donde todo pesa, donde la miseria humana se clarifica con acciones barriobajeras y poco ilustrativas que solo pretenden fastidiar al prójimo, por motivos en el que ellos ni creen. Es el insulto del débil, del inculto, del profanador, de la basura no reciclada. El fascismo es un término, un adjetivo, un vómito de todo aquel que lo dice para así, intentar liberar todo el odio que llevan reclutado en su farsaria existencia. Es la bacteria del pobre incompetente…
Una frase que delimita y traslada al limbo al que repulsa, al que acusa con vehemencia al opositor o al contrincante, la expresa con cierta exactitud el filósofo Jean-Paul Sartre cuando descarga:- “El fascismo no es definido por el número de sus víctimas, sino por la manera en que las mata”-. Y hablo de cansancio porque, si hay alguien que pueda decirme que soy un fascista, vamos a tener que tratarlo. Y lo digo porque yo ya he hecho mi vida, que vivo porque mi Dios, atención “Mi Dios”, quiso que continuara viviendo. Para conocimiento de los chillones malhumorados, por la frase que les dejo más arriba, es posible que fuera el momento de recordar lo ocurrido en España en 1936, aquella guerra entre hermanos y que fue iniciada por una izquierda que no sabía que era gobernar, que llevó a dilucidar aquel enfrentamiento, con miles de muertos por ambos bandos y que trajo a nuestra patria muchos años de Paz y Libertad, gracias a que nuestros abuelos se abrazaron y se perdonaron… si, hablo de libertad, de la que hoy carecemos, de no poder salir a la calle a altas horas o de poder tomar una copa en tu “Pub”, favorito. Por ahora, eso se ha acabado, vivimos presos de esa libertad encubierta por cuatro insanos que pululan con supremacía por los recovecos de nuestras ciudades. Acaso eso no es fascismo?... Es decir, que vulneren el derecho de personas muy respetables, que violen a nuestras mujeres con alevosía y ensañamiento, que roben a los ancianos que disfrutan de los paseos que les oferta su ya corta vida, que apedreen a nuestros Policías, conductores de autobuses o Ambulancias, eso sería Fascismo puro y pernicioso.
Yo pertenezco como afiliado al partido Político VOX, un partido nuevo con gente preparada y que busca, con sus decisiones, que la normalidad vuelva a ser la moneda de cambio con aquel que es diferente, que todos queremos vivir nuestra vida con tranquilidad y sosiego, con toda la armonía que se pueda, olvidando rencillas inermes y poco agraciadas. No conozco ningún altercado, trifulca, escrache, agresiones, desprecios que hayan protagonizado los miembros de este partido Político llamado VOX. Parece ser que llamar a las cosas por su nombre, genera confusión y trifulca, manifestaciones sin sentido porque el interés no madruga, al contrario se enfurece ante lo que es Verdad y Justicia, Sentido Común… bueno, muchos arrabaleros tienen la condición podrida, cargados de inquina, que los compran por menos de nada, que les gusta ser manipulados y engañados por la destreza ruin de otro ser mas pordiosero que lo lleva por donde aquel quiere. Esos agarrados por la mala ralea que tienen serrín en el cerebro, son realmente penosos por esa postura engañosa, ninguneados por la realidad política de seres indeseables. Es curioso que la oficina que VOX tiene allá, en la esquina del Ayuntamiento, reciba visitas de toda clase de personas, sin importar su credo, color de piel o su creencia política. La citada siempre se encuentra con personas que necesitan ayuda, que son atendidas y tratadas como se merecen. Supuestamente, viajan a ese despacho porque algunos les prometen mejoras en su vida y que olvidan cuando pasan las elecciones.
Sin muchos deseos de extenderme, solo queda decir que la extrema izquierda es la que va a hacer daño a nuestra Patria, donde separatistas, etarras y podemitas que, quieren la caída del Rey, como premisa primordial. Los etarras son la serpiente que enrosca la espada, con su maldad perenne hasta nuestros días, extorsionando con esas peticiones que perjudican a otras autonomías. Ya dije en cierta ocasión que, como Cristiano, me había llegado el mensaje de mi Dios de que era el momento de perdonar. Nunca me pidió que olvidara, como tampoco me impidió que lo acompañara en la Santa Misa y que recibiera con devoción su cuerpo.
VOX es el futuro y poco a poco, las personas que buscan la verdad se irán uniendo, poco a poco, día a día, con el verde en su camisa. Viva VOX.