El Teatro Auditorio del Revellín ha acogido en la tarde de este viernes ‘Fandango Street’, de la bailarina y coreógrafa Sara Calero. El espectáculo, que refleja la evolución del fandango desde el siglo XVIII hasta nuestros días a través de la música, el baile y el cante, ha cautivado a los asistentes que se encontraba en el patio de butacas del Revellín. El poco público que ha acudido a la llamada de la danza ha quedado cautivado desde el primer momento con los movimientos de Sara Calero. De ahí que estallasen en aplausos tras cada interpretación.
Sin escenografía y acompañada por sus músicos, la bailarina ha llenado cada uno de los espacios que le ofrecía el escenario. Un trío de cuerda, una guitarra y una voz, sus tacones, sus castañuelas y su indumentaria ha sido todo lo que ha necesitado esta coreógrafa para ofrecer el espectáculo de esta tarde. ‘Fandango Street’, pensado para su interpretación en la calle, ha sabido adaptarse a las tablas ceutíes y cautivar al público.
El sonido del tacón resbalando sobre la superficie, en el silencio absoluto del auditorio en ese momento, ha sido un regalo para los oídos de quienes allí se encontraban. Pese a que ha contado con poca asistencia, comparada con otras actuaciones realizadas en el Auditorio, los ceutíes que han acudido a disfrutar del fandango han agradecido con sus aplausos cada uno de los bailes y actuaciones que se han realizado.
Sin esconderse, todo organizado y ensayado, Sara Calero se cambiaba de atuendo ante la mirada del público, quienes estaban embelesados en ese momento por la voz femenina de Gema Caballero y no se percataban de los sutiles movimientos de la bailarina. La bata de cola, una falda de tul o el pantalón ceñido han sido algunas de las prendas con las que Calero se ha movido por el escenario.
Sus movimientos, delicados y precisos, algunos improvisados, mezclando el flamenco con la danza clásico –tal y como hace con los instrumentos- han aportado al espectáculo una variedad de movimientos que hacían no querer pestañear para no perderte nada.