Canae, la Confederación Estatal de Asociación de Estudiantes, ha dado una charla a docentes y alumnos de Ceuta este sábado por la mañana. La entidad ha viajado a la ciudad caballa con el propósito de alentar la participación de los estudiantes ceutíes en el sistema educativo.
El objetivo de esta asociación es representar y promover los intereses del alumnado no universitario a lo largo y ancho de España. La entidad, de hecho, está formada por federaciones procedentes de distintas comunidades autonómicas y pretende tratar de sembrar esa semilla de asociación en la ciudad caballa.
Mustafa Mohamed, vicepresidente de la Fampa, ha estado presente en el acto, donde ha dado a conocer que en Ceuta la participación estudiantil no se encuentra activa y que la intención con esta charla es dar a conocer a profesores, directores de centros y alumnos la existencia de Canae y las posibilidades que ofrece la participación estudiantil a su desarrollo académico.
Antonio Amante, el máximo representante de esta confederación, ha asegurado que desde la entidad pretenden dar a los estudiantes un papel de mayor peso en el sistema educativo. Se trata de un propósito que resulta “difícil” sobre todo porque las Ampas siempre “han tenido más apoyo de las administraciones y de los centros”.
Los estudiantes y su necesario papel activo
A su vez, anima a los estudiantes a participar y a tener un papel activo en el sistema educativo. El joven explica que es habitual que los alumnos en principio no se interesen en esta movilización al considerar su participación no da frutos.
Sin embargo, Amante asegura que a los estudiantes “se les escucha” y que desde Canae han logrado modificaciones y enmiendas en leyes educativas. La entidad ha llegado incluso a las instituciones educativas más relevantes del país, como, por ejemplo, el Consejo Escolar del Estado.
Canae se define como una organización apartidista y aconfesional formada solo por estudiantes fuera del ámbito universitario. Entre sus deberes se encuentran representar y defender los intereses de los alumnos; fomentar y facilitar su participación en centros educativos; asegurar la igualdad de oportunidades; defender una educación igualitaria e inclusiva y facilitar herramientas para empoderar a los jóvenes y niños con espacios de participación. La meta final es situar en el centro del sistema educativo a sus principales beneficiarios, los estudiantes.