Decenas de familiares de combatientes terroristas y sus mujeres que están retenidos en prisiones y campos de refugiados en el norte de Siria y en Irak pidieron este jueves en Rabat a las autoridades marroquíes que los repatrien, especialmente a sus hijos menores de edad.
Las familias organizaron una sentada frente al Ministerio de Exteriores, donde exhibieron pancartas con frases como "¿Qué culpa tienen los niños?", "Hay que repatriar a los niños" y "Los niños tienen derecho a la justicia restaurativa".
Organizada por la denominada Coordinadora Nacional de las Familias de los marroquíes Atrapados en Siria e Irak, durante la protesta exigieron la repatriación de los extremistas marroquíes detenidos en estos dos países para someterlos a un juicio justo en Marruecos.
Denunciaron que al cumplir 14 años estos niños son separados de sus madres, con quienes viven en campamentos de refugiados, y trasladados a prisiones, "donde les someten a prácticas salvajes". "Ellos son el círculo vulnerable dentro de los círculos de la tiranía", afirmaron los organizadores en un comunicado leído al final de la protesta.
Junto a los radicales viajaron 291 mujeres
Según cifras ofrecidas hace un año por la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ), 1.663 personas se habían desplazado desde 2011 de Marruecos a la zona sirio-iraquí para luchar en las filas de varios grupos radicales, 1.062 de ellas en el Dáesh.
De estos combatientes, 747 fallecieron, 251 fueron detenidos en Siria e Irak y 270 regresaron a Marruecos; la mitad de ellos fueron juzgados gracias a una ley que castiga "la incorporación a zonas de conflicto" con hasta diez años de cárcel.
Junto a estos extremistas viajaron 291 mujeres, muchas de las cuales tuvieron hijos una vez se instalaron en aquella zona. Un centenar de ellas volvieron a Marruecos y, según las cifras de hace un año, entonces permanecían detenidos en la región 136 mujeres y 630 menores, ya que solo volvieron 82 de ellos.