Las familias que residen en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta (
CETI) se han unido en una concentración en defensa de Ilias Elmohammadi, un padre al que el Área de Menores le ha retirado la tutela después de una acusación de presuntos malos tratos a su hijo de 3 años. Asegura que todo es una mentira y una acusación falsa por parte de sus actuales compañeros de habitación, que son los que lo han denunciado. Argumenta que estas “mentiras” residen en la mala convivencia que estos mantenían con él y su hijo, principalmente por la limpieza de la habitación que Ilias les exigía por el bien del menor.
Ilias llegó al CETI hace tres meses, según explica, para darle un mejor futuro a su hijo después de que la madre de éste lo abandonara. Entraron legalmente con sus pasaportes por la
frontera y una vez aquí solicitaron asilo.
Según la denuncia interpuesta, Ilias habría obligado a la madre del menor a que se lo diera, algo que el padre niega rotundamente, ya que asegura que fue ésta la que dejó de hacerse cargo del pequeño y la que no le daba un buen trato. “Dice que mis compañeros de habitación que yo trato mal al niño, que no le cambio el pañal, que lo amenazo... Eso es mentira, yo nunca he hechos eso”, explica indignado este padre.
Defiende que lo único en su vida es su hijo, Sayf, que desde el pasado martes está bajo tutela de la Ciudad, ingresando en el centro del menor de San Ildefonso, donde sólo tiene permitido verlo una hora al día. Confiesa que apenas duerme desde que se llevaron al pequeño y no para de llorar pensando que le van a quitar a su hijo de manera definitiva. “Es como si me quitaran un trozo de mi corazón”, cuenta sin poder retener las lágrimas.
Insiste que pese a tener trabajo y una vida en Marruecos, salió de allí para protegerlo de su familia materna, que lo amenazó con quitarle al hijo e, incluso, denuncia que su cuñado llegó a agredirle físicamente. Tanto él como los que lo conocen defiende que es un padre responsable y preocupado, que lo ha cuidado lo mejor que ha podido, pidiendo a los servicios sociales todo lo que el menor necesitaba. Por ello, no saben cómo han llegado a esta situación y por qué le han acusado de algo tan grave, cuando ha hecho todo por el pequeño.
El caso ha levantado revuelo en el interior del CETI, generando indignación entre muchas de las familias con niños que allí residen y que compartían los tiempos de ocio con Ilias y su hijo. Aseguran y reiteran que es un “buen padre”, que siempre le ha dado lo mejor y que lo mantenía en las mejores condiciones. Ilias es muy apreciado en el CETI porque ayuda a varios niños a aprender a leer y escribir. Coinciden en que esas acusaciones son infundadas por parte de sus nuevos compañeros de habitación, ya que los anteriores sólo dicen cosas buenas de él en relación al trato con su hijo.
Pide a las autoridades que le devuelvan a su hijo y que no hagan caso de la denuncia que han hecho sobre él, ya que reitera que son acusaciones falsas derivadas de la mala convivencia con sus compañeros de habitación.