Aunque la Justicia se haya pronunciado sobre el fondo, la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE) ha conseguido embarrancar en los Tribunales el programa de libros de texto que, con la creación de un banco para su reutilización parcial, había puesto en marcha la Ciudad Autónoma de Ceuta. Ahora esta deberá cambiar su funcionamiento a costa de tener que asumir un previsible incremento del presupuesto necesario (se dotó con 1,8 millones) para no dejar de compensar a las familias parte de los gastos derivados de la compra de los libros de texto y el material escolar que exigen los centros educativos a sus estudiantes.
El Gobierno de la Ciudad prevé mantener como beneficiario a todo el alumnado del segundo ciclo de Infantil, toda Primaria y Secundaria y Educación Especial.
Cada centro entregará a cada familia un cheque-libro nominal cuyo importe quedará fijado en la correspondiente convocatoria para que los progenitores lo depositen, a su vez, en una librería adherida al programa o en los concertados que ejercen ese mismo papel con sus estudiantes.
Al CEE San Antonio se le hará una transferencia directa para que el centro adquiera los materiales adaptados necesarios en Pedagogía Terapéutica.
El resto de centros públicos y concertados que acepten participar deben remitir a la Consejería de Educación un listado con su alumnado por curso y posteriormente entregar a los beneficiarios los cheque-libros correspondientes, así como encomendar a los profesores tutores de cada grupo que alerten de “aquellos casos de beneficiarios que acudan sin los libros de texto o materiales curriculares requeridos pese a haber recibido la ayuda”, lo que conllevará la apertura de un expediente de reintegro y sanción.
Los centros que opten por metodologías didácticas que no exijan libros de texto y trabajen con materiales curriculares de elaboración propia recibirán una subvención por estudiante de cuantía “igual o inferior” a la establecida para los cheque-libro. Si el importe fuera más bajo, las familias recibirán en compensación un vale minorado.
Los agentes educativos han estudiado la posibilidad de que los libros utilizados en buen estado puedan quedar en depósito de los centros escolares para cubrir cualquier necesidad si las familias quieren donarlos y los colegios o institutos recibirlos.
El TSJA estimó el recurso presentado en 2018 por ANELE contra el programa de libros de texto de Ceuta por “un defecto de procedimiento” en la convocatoria y el Supremo ha inadmitido el recurso presentado por la Ciudad Autónoma.