Se llamaba Riduan, aunque todos le conocían con el apodo de ‘Jarabaka’.
Vecino de Juan Carlos I hasta que hace unos meses decidió marchar a Barcelona “para buscar trabajo”, explica su madre en el hogar de esta barriada de Ceuta a donde siguen llegando vecinos y conocidos para darle el pésame. A Riduan lo mataron en la madrugada del 17 de agosto, tan solo horas antes había hablado con su madre y esa noche su cuerpo, desangrado, fue encontrado “en un descampado”, cuenta su familia en una entrevista con El Faro. Ahora piden justicia, que sean detenidos todos los implicados en el crimen, que se aclare quién o quiénes participaron en la muerte de este joven, de 28 años.
Este viernes, tras las gestiones hechas por la funeraria Al-Qadr, podrán por fin enterrarlo en Ceuta, en el
cementerio de Sidi Embarek. El ataúd con sus restos partirá de la vivienda familiar hasta la mezquita para rezarle y, posteriormente, enterrarlo. Han pasado muchos días de espera: “Hoy hace 18 desde que lo mataron”, recuerda su madre, que se emociona y rompe a llorar cada vez que recuerda al hijo perdido, uno de los seis que ha tenido y criado. En su teléfono móvil guarda las fotografías de Riduan, sin explicarse todavía cómo ha podido ocurrir todo esto, cómo han podido quitarle la vida de esa manera.
Los Mossos d’esquadra están investigando los hechos y de momento se tiene constancia de que hay un detenido. Pero se mantienen muchas vías abiertas porque tuvo que haber más implicados en este crimen, además de que quedan muchos cabos que atar así como la respuesta a la pregunta clave en toda esta historia: por qué lo mataron y de esta manera.
Riduan había marchado hacía 9 meses a Barcelona para buscar un trabajo. En Ceuta había desempeñado labores en la obra, explica su hermano, pero después tuvo que salir a la Península en donde “iba a trabajar en el campo”, añade.
Qué es lo que pasó tienen que averiguarlo ahora los agentes investigadores, ya que nadie se explica cómo terminó abandonado y apuñalado, cuánto tiempo estuvo perdiendo sangre o cómo se produjo su traslado al Hospital tras sufrir varias heridas de arma blanca y una de ellas, en el costado, que le habría causado la muerte.
Durante todo este tiempo la familia ha realizado gestiones para poder traer el cadáver de Riduan a Ceuta, ya que querían enterrarlo en su ciudad. Algo que por fin podrá tener lugar este viernes. Del fallecido sus familiares recuerdan que era un joven muy apreciado y conocido, que no se metía en problemas.
Insisten en que quieren que se haga justicia, que las investigaciones lleguen hasta el final y que se detenga a todas las personas que han podido participar o estar relacionadas con esta muerte, que se enmarca en la sangría de inseguridad que afecta a Barcelona y que, tristemente, ha tenido a un vecino de Ceuta como protagonista de uno de los crímenes.
Conforme pasan las horas, conocidos y amigos dan el pésame a los familiares de ‘Jarabaka’, que este viernes por fin podrán trasladar el cadáver desde su hogar a la mezquita central.
De los hechos poco se encuentra en los medios de comunicación catalanes, tampoco hubo reseñas en las televisiones. Fue un número más en la hilera de sucesos acontecidos que han llevado a planificar un plan de choque para terminar con la inseguridad.
No ha habido jornadas en las que haya faltado alguna información de un fallecido, de robos, de disparos o apuñalamientos. Lo que esta familia nunca iba a pensar es que uno de estos episodios que se coló como un suceso más fuera protagonizado por uno de los suyos.
No paran de reclamar la justicia que exigen se aplique por la muerte de Riduan, instando a que se investigue qué pudo pasar para que recibiera una agresión tan brutal.
Confían en tener prontas respuestas conforme avancen las investigaciones que, hasta el momento, han terminado con una persona detenida, española, que está en prisión preventiva a la espera de la evolución que depare este caso.