La pelea se produjo delante de las dos hijas menores, una de las cuales sufrió una crisis nerviosa
Para José Manuel Cruz y su familia, el pasado viernes 22 es una fecha que no olvidarán fácilmente. Porque ese día se vieron implicados en una reyerta con un grupo de cuatro subsaharianos que podía haber terminado con fatales consecuencias.
Él y su esposa se dirigieron a casa de sus suegros en la Carretera de Servicio del Puerto para recoger a las hijas del matrimonio de 6 y dos años y medio. En ese momento, los inmigrantes comenzaron una reyerta en la que de inmediato se vieron inmersos. “No conozco el motivo pero de repente uno de ellos empujó a mi mujer y fue entonces cuando mi suegro intervino para separarlos y le pegaron una bofetada”, explica Cruz.
En vistas de que la situación era cada vez más tensa, la familia entró en la vivienda seguida por los subsaharianos. “Comenzaron a dar patadas a la puerta, intentamos pararlos pero atacaban de una manera muy agresiva”. Una agresividad de la que Cruz deja constancia al asegurar que llegó un momento en que les atacaron con instrumentos cortantes. “Rompieron una botella de cerveza e intentaron darnos con ellas”.
José Manuel asegura que a su suegra la empujaron, cayendo contra la mesa de una de las estancias de la vivienda, mientras que él sufrió un corte en el codo. La reyerta continuó con el lanzamiento de distintos objetos por parte de los supuestos atacantes, según asevera Cruz. “Comenzaron a tirarnos todo lo que encontraban por la casa y lo único que podíamos hacer era intentar frenarlos y parar los golpes que nos daban”. De todo ello fueron testigos las dos pequeñas que estaban en el interior del vehículo con las puertas abiertas. “La mayor tiene una cardiopatía congénita y sufrió una crisis de ansiedad”. Tanto la esposa como la suegra de Cruz comenzaron a gritar diciendo que las pequeñas se encontraban solas en el interior del coche. “Como pudo mi suegra consiguió salir de la casa y entrar en el coche con las niñas donde se encerró hasta que pasó todo”.
Uno de los implicados ya ha sido detenido y continúan las investigaciones
Cruz subrayó la agresividad con la que se produjo el ataque. “Parece que estaban borrachos porque no era normal la forma en que atacaban”. Este estado de embriaguez ha sido confirmado por fuentes del Cuerpo Nacional de Policía que también indicaron que previamente a la pelea, los inmigrantes estaban golpeando varios de los vehículos estacionados en las inmediaciones de la Carretera de Servicio donde se produjeron los hechos.
El propio perro de la familia tampoco intimidó a los atacantes para que cesaran en sus hostilidades. “Uno de los subsaharianos mordió al animal. El pobre huyó asustado hacia las escolleras para esconderse y tardamos una hora en encontrarlo. Tenía las almohadillas destrozadas al haber corrido entre las rocas”, comenta.
Finalmente la familia pudo inmovilizar a uno de los atacantes hasta la llegada de la Policía Local y Nacional que detuvieron al supuesto agresor que ya ha pasado a disposición judicial. Aunque el resto se dio a la fuga, desde el CNP han asegurado que continúan las investigaciones para identificar a los implicados.
Mientras, los afectados intentan superar estos hechos, aunque para algunos miembros de la familia no es tarea fácil. “Mi hija de 6 años dice que no quiere ir a casa de los abuelos y se pone muy nerviosa. Mi suegra tiene miedo de quedarse sola porque los atacantes conocen la dirección y tememos que vuelvan”.
Pues todavía presentan un parte de lesiones y el juez decidirá que ha sido una pelea y encima la familia los tendrán que indemnizar.
Estos son los pobrecitos que tanto saca pecho las ongs, deportación ya, no tenemos que aguantar esta situación que ira a mayor, estos negros no son los de hace unos años, estos son fuertes, agresivos y bien entrenados