“Queremos que Badr vuelva a casa, aunque sea muerto, pero queremos que aparezca”. Quien habla es una de las hermanas del joven marroquí desaparecido cuando intentaba cruzar a Ceuta esta semana, en compañía de un menor. Badr, tal y como ha insistido El Faro en sus publicaciones, no es el náufrago recogido y trasladado al Hospital de Rincón. “Ese es otra persona, nos avisaron y fuimos al hospital, pero no es mi hermano”, insiste, lamentando que se difundiera una supuesta feliz noticia que no era tal. La familia quiere que se le siga buscando e insiste en que el marroquí trasladado a Rincón no es Badr, por lo que no entienden quién ha dado esas informaciones que no se ajustan a la realidad. El Faro de Ceuta nunca ha publicado ese extremo porque ha trasladado de forma constante la información pura que ofrecía la familia.
El riesgo de ese tipo de noticias es que Salvamento deje de buscar. Y es que lo que la familia no quiere. Indican que Badr estaba sacándose la titulación de azafato, le quedaba poco pero no tenía dinero para completar sus estudios. “Le engañaron, le dijeron que si iba a Ceuta iba a tener trabajo en un horno, donde ganaría 600 euros y se fue”, explica su hermana. La familia está compuesta por cuatro hermanos en total. Badr estaba estudiando en Tánger cuando decidió marchar con su vecino Brahim, menor de edad a Ceuta. Este menor se ha escapado de las naves del Tarajal y ya ha trasladado a la familia varias versiones distintas sobre la desaparición de Badr, que tiene 21 años y no es menor.
“Nosotros solo queremos que vuelva a casa, saber de él, saber si está vivo o no”, indica. De momento la familia está pegada a las redes sociales y a las informaciones que van llegando esperanzados de que algo se sepa de lo que ha sucedido.
Apuntarle una muerte mas al mojame sesto