Extraños en el paraíso

Visitar en la Red páginas de distintos países para ver el comportamiento de las masas inmigradas es llorar. Lo cierto es que en todos los países de la UE la prensa suele ocultar las tropelías que cometen los inmigrantes. Es más, si algún periodista no se somete a las directrices sobre el trato que hay que darle a la inmigración, que emanan del editor o del director de la publicación en la que trabaja, o bien le hacen la vida imposible o le fuerzan a largarse. Tal es el caso de dos periodistas suecos, Ingrid Carlqvist y Laars Hedegaard, que optaron por coger el finiquito y editar un periódico digital titulado Dispatch International, en sueco, danés e inglés. Ahí se puede acudir a ilustrarse sin interferencias sobre la miserable realidad de la inmigración masiva. Ahí se respira aire fresco lejos del aire viciado que emana de la miserable prensa vendida al sistema y a la criminal ideología multicultural. Precisamente, en noviembre del pasado año, el club de debate para periodistas Publicistklubben Södra tuvo un rudo despertar cuando invitaron a la directora en jefe de Dispatch International, Ingrid Carlqvist, junto con Lars Vilks, el controvertido artista de las famosas caricaturas, a un debate en la ciudad sueca de Malmö. Les dijo, a los periodistas, que estaban abandonando a los ciudadanos por no describir los problemas que existen. Así pues, en los media vendidos al sistema acaso aparece una descafeinada noticia sobre algún desmán en la que se silencia el origen del villano, así como la etnia o la raza a la que pertenece. Las villanías cometidas producen escalofríos. Barrios enteros de los países escandinavos han caído en manos de la inmigración marroquí, somalí o islámica en general. Los países nórdicos están bajo la férula de los inmigrantes y campan a sus anchas por barrios de Oslo, Estocolmo y Copenhagen. El número de extranjeros en las prisiones de Oslo se ha triplicado en los últimos diez años, y uno de los quince distritos de la citada capital  cuenta ya con una población inmigrante mayoritaria. La misma policía de Oslo declara amargamente “Hemos perdido la ciudad”.
A este respecto, se lee en el digital AD que más de mil mujeres suecas, muchas de ellas menores de quince años, han sido violadas por inmigrantes en los primeros meses de este año 2013. Violaciones, palizas, asaltos, agresiones, etcétera, todo un catálogo de arbitrariedades, a los que la policía, en unos casos, siempre llega tarde, y en otros confiesa su impotencia para echarles el guante a los escurridizos criminales. Mientras tanto, las calles de las ciudades nórdicas se van llenando de extranjeros dispuestos a poner en práctica la ley de la selva, vista la ineficacia de los policías y de los políticos. En el citado digital Dispatch Internacional se puede ver un vídeo en el que “anti blancos” atacan a suecos en Estocolmo a plena luz del día. Asimismo, se puede leer que “De acuerdo con la clase política sueca, los media y la élite cultural, la inmigración masiva del tercer mundo es un increíble enriquecimiento” (?). Al pie del vídeo, existe la leyenda de que “afortunadamente, las víctimas no intentaron resistirse, pues de otra manera podrían haber sido acusadas de racismo y estar en peligro de ser vapuleadas otra vez por miembros de la violenta izquierda (!). Algunas personas –continúa– especulan sobre cuánto tiempo se permitirá ese estado de cosas antes de que los suecos decidan  defenderse. Los suecos puede estar expuestos a una larga espera, ya que la mayoría de ellos parece perfectamente contenta con el actual estado de la cuestión”. He ahí cómo se ha amordazado, manipulado, amenazado y violentado a los europeos para que no se resistan a esta sustitución étnica de europeos autóctonos por poblaciones asiáticas y africanas. Quién lo diría, en los pacíficos países nórdicos la marabunta inmigrada ha hecho saltar por los aires la paz social, la convivencia y la proverbial tranquilidad que disfrutaban allá en el norte de Europa.
Mark Abramssonn, presidente del Partido Nacional Democrático sueco, declaró en mayo de este año: “El multiculturalismo no funciona. Vamos a una catástrofe. El motivo  principal de los disturbios étnicos en Suecia es que estas personas no se identifican con la sociedad sueca. No se sienten suecos. Se identifican con su grupo étnico y consideran que las zonas en las que viven les pertenecen. Hemos invertido sumas de dinero colosales para ello. Hemos puesto en aplicación lo que los sociólogos recomendaban. Pues bien: esto no funciona, como tampoco funciona en Francia o en los  EEUU. La segunda generación es peor que la primera. Las cosas no pueden sino empeorar. No es posible integrar a masas de población que llegan continuamente. Pero hoy, los flujos migratorios en Suecia son tan importantes, sin límite alguno, que los inmigrantes quieren vivir entre ellos y conservar su modo de vida. La escalada es inevitable. Vamos a una catástrofe”.    
Si la evidencia es tan evidente. Si se constata fehacientemente que la sociedad europea está saltando por los aires. Si lo que Mark Abramssonn declara va a misa, ¿por qué, entonces, no se pone coto a esta situación? ¿Por qué no se cierran las fronteras a cal y canto y se cambia de política inmigratoria? ¿Por qué no se deportan a los inmigrantes ilegales? ¿Por qué…? ¿Qué o quiénes sustentan este estado de cosas? A estas alturas, sin muchos rodeos, la respuesta es que el llamado Estado de derecho y la normativa europea son precisamente la base legal y jurídica que hacen posible esta inmigración masiva. Este desastre es consecuencia de la política emanada de la UE y de los países que la sustentan. La casta política europea debe recibir compensaciones (¿millones?) a cambio de mirar para otro lado, si no, no se entiende que Europa haya sido asaltada impunemente por esta marabunta tercermundista. ¿Alguien en su sano juicio puede llegar a pensar por un momento que esta marabunta tercermundista constituya un beneficio para algún país europeo? Esta política inmigratoria nos conduce, sin lugar a dudas, al matadero, al mismísimo infierno. Esta infame casta política está aleccionada por el sionismo europeo e internacional y por la masonería. Uno y otro sionismo presionan sobre las instituciones europeas y sobre los países europeos para endurecer las leyes para que, así, el ciudadano se vea constreñido a tentarse la ropa antes de ejercer su derecho a la libertad de expresión u opinión. Se está poniendo el foco en lo que ellos llaman la extrema derecha. Ya hay voces que alertan que en las próximas elecciones al Parlamento europeo los partidos llamados patrióticos van a entrar en masa en el citado parlamento. Eso propicia que, de la mano del sionismo, los países europeos endurecerán las penas por ejercer el derecho de opinión y de criticar esta infame y miserable inmigración masiva, que ellos, la casta política, han hecho posible. Resulta paradójico que se ponga el foco sobre la que la corrompida casta política y los socialistas y comunistas llaman derecha extrema, cuando, como muy bien nos recuerda el periodista Enrique de Diego, el terrorismo en Europa siempre ha llevado el marchamo de extrema izquierda e islamista, así, ETA, GRAPO, FRAP, Brigadas Rojas, Banda de Baader Meinhof, Terra Lliure y, sus compañeros en el asesinato, los islamistas de al-Qaeda. Como se ve, la izquierda y la extrema izquierda se travisten de pacifistas y legalistas, y echan toda su mierda a la extrema derecha.
Debido a que la hostilidad hacia la UE se está incrementando en los países europeos, la propia UE gastará, según AD, 2,5 millones de euros en controlar las opiniones que circulan por las redes sociales y si éstas influyen en la opinión pública y en los medios de comunicación. Se ve que la miserable casta política de la UE no las debe tener todas consigo ya que va a gastar nuestro dinero en espiar las opiniones de los europeos que circulan por las redes sociales.
¿Por qué el ciudadano no se rebela ante esta situación? ¿Por qué permanece silente, aborregado, conformista, indiferente y pasivo? ¿Por qué soporta tantas tropelías y cabronadas de la casta política y de los inmigrantes? ¿Por qué no estalla de una puta vez y se lleva toda esta mierda de sistema por delante? ¿Por qué el ciudadano es tan cabrón? Lo único que parece cierto respecto del cloroformizado ciudadano es que no pasa de las meras palabras. ¿Por qué soporta tanta mierda? Tal vez la respuesta la tenga el historiador hispanista Stanley Payne: “El español se ha convertido en un ser anestesiado y con pocas ambiciones trascendentales?”. Esto bien se podría trasponer a los ciudadanos europeos. “El Estado de Bienestar ha anestesiado a la sociedad, al igual que ha ocurrido en otros países europeos”, concluye Payne.
“Europa –decía Denis de Rougemont– nació del complejo de tensiones entrelazadas cuyos tres polos se pueden llamar simbólicamente, Atenas, Roma y Jerusalén. Atenas es el descubrimiento del individuo; Roma, la creación del ciudadano, y Jerusalén, en fin, la revelación de la persona. A partir de estos tres polos se pueden interpretar las principales estructuras dinámicas de Occidente, los conflictos fundamentales que están en su base y las grandes doctrinas sobre el hombre y la sociedad que han dimanado de ese complejo. (…) Tras veinte siglos de combinación y análisis, Atenas, Roma y Jerusalén se llaman hoy individualismo, colectivismo y personalismo”.
Todo ello –lo citado por Denis de Rougemont– ha constituido el paraíso europeo, paraíso en el que vivían los países nórdicos, en particular, y los europeos, en general. Paraíso que ha sido asaltado, sin piedad, por esa masa extraña y ajena a él. Ha sido asaltado por una marabunta tercermundista dispuesta a acabar con todo lo que represente la civilización occidental. Esas masas de ‘nuevos bárbaros’ serán los nuevos europeos de un tiempo futuro, y los verdaderos europeos, los autóctonos, los que levantaron una civilización imponente, desde Grecia a acá, ésos emigrarán, ya lo están haciendo, a zonas para evitar las tropelías, putadas y cabronadas de esta masa inmigrada tercermundista a la que la traidora casta política ha abierto de par en par las puertas de Europa. Son los extraños en el paraíso europeo.