Integran la economía sumergida que ha terminado por constituir un elemento trascendental de la estructura socioeconómica de Ceuta. Son las denominadas ‘muchachas’. Esas mujeres sin las que muchos hogares ceutíes no podrían salir adelante. Esas mujeres que copan la práctica totalidad del régimen de trabajo transfronterizo junto con los porteadores y que desde hace más de un mes están siendo una
víctima directa de las restricciones y, por consiguiente, retenciones en la frontera.
Los exhaustivos controles fronterizos han hecho saltar la alarma en cientos de hogares ceutíes que se encontraban a diario sin que su ‘muchacha’ pudiera llegar. Este, entre otros, ha sido uno de las principales objetivos que ha perseguido la Delegación del Gobierno, en plena pugna por alcanzar el mayor número de regularizaciones de mujeres marroquíes que trabajan en viviendas en Ceuta.
La guerra emprendida contra esa economía sumergida se traduce, de momento, en una media victoria. La sede de la plaza de los Reyes ya puede presumir de cifras casi históricas, ya que a fecha del presente enero, Extranjería tramita más de medio millar de solicitudes para regularizar a estas trabajadoras, y la lista va ‘in crescendo’. El hecho ya de disponer de esa cita abrirá con mayor facilidad el inicio de todas las tramitaciones que deben llevarse a cabo para la regularización, cuyo período de formalización se extiende entre dos y tres meses.
La oficina se encuentra colapsada y la lista de espera se extiende hasta marzo. Por ello, Delegación aumentará la plantilla de personal. Es necesario agilizar los trámites y conseguir bajar la demora. Además se están haciendo gestiones con Extranjería en Madrid para que las renovaciones de los permisos se hagan cada dos años, constituyendo así un aliciente para todos los demandantes.
En el año 2017, 190 mujeres fueron dadas de alta en la Seguridad Social en régimen de trabajadora transfronteriza en labores de hogar. En 2018, a fecha del pasado diciembre, las altas eran 286. En total sumaban 1.314. Se va produciendo un aumento pero nada equiparable a la realidad de un trabajo en el que más del 80% sigue sin contrato. No existe un registro oficial de entradas de este trabajo irregular, pero se estiman entre 20.000 y 25.000 cruces de personas diarias entre Marruecos y Ceuta.
Se cierne complicado alcanzar una totalidad en la legalización de estas mujeres, pero los datos son alentadores y se avanza por buen camino, por ello, durante la última reunión con los cuerpos de seguridad, Delegación del Gobierno decidió mantenerse en su postura respecto a las restricciones en la frontera. Las medidas continúan, tajantes e inamovibles: tan solo cruzarán las personas con documentación o permiso de trabajo. Quizá no sea la medida definitiva y revierta en un futuro, a saber si cercano, pero lo innegable es que, de momento, está arrojando algo de luz sobre la oscuridad de ese submundo que se esconde en el Tarajal.
La difícil tarea para regularizar
La alerta cursada por la Delegación del Gobierno instando a que se obtengan los permisos bajo advertencia de que cruzar el Tarajal sin ellos será complicado ha llenado la
oficina de Extranjería de solicitudes, y se ha visto en varios ocasiones sobrepasada ante esta ‘extraordinaria’ situación. Como ya publicó este periódico en su edición del pasado día 5, muchas familias ceutíes intentaban cumplir con esa medida pero chocaban con una Administración sin recursos, incapaz de atender la demanda actual. Imposibilidad de contactar vía telefónica y con un portal web bloqueado. Idéntica situación que se ha vuelto a repetir durante la presente semana y ante la que ya se han emprendido acciones para evitar que vuelva a reverberar.
Consulte aquí toda la documentación necesaria para la regularización de las ‘muchachas’