Cuando el popular imán residente en Ceuta Driss El Ouahabi publicó esta semana en su canal de Youtube ‘Buenas noticias sobre el sello de pasaporte marroquíes en la frontera’ nadie podía imaginarse el revuelo que iba a originarse en el país vecino.
“Los hermanos y hermanas que cuentan con permiso de trabajo vigente dentro de Ceuta no tienen que sellar el pasaporte en las ventanillas de la frontera española. Antes, cada vez que entraban o salían de la ciudad, la Policía Nacional española tenía que hacerlo”, comienza el marroquí su explicación en castellano en el transcurso de un vídeo donde también ofrece las mismas claves en dariya.
“Pero ahora, gracias a Dios, se anula el sello del pasaporte de la gente que tiene permiso de trabajo como imanes o funcionarios de mezquitas; pueden salir y entrar sin sello”. Así termina su exposición sobre una medida que presenta como novedad y que venía siendo largamente demandada por el colectivo de transfronterizos.
La información no ha tardado en propagarse al otro lado de la frontera, en Marruecos, donde asombra esta excepción. Incluso el medio digital Hespress.com ha dedicado un espacio a esta vía “que permite mayor flexibilidad en el tránsito”.
Pero, ¿cuánto hay de cierto en la noticia? Según ha podido saber El Faro de Ceuta, este privilegio se está aplicando, efectivamente, a marroquíes con permiso de trabajo de larga duración, es decir, que la Policía Nacional no está sellando a este colectivo. Por el contrario, aquellos que tienen residencia inicial sí tienen que pasar por ventanilla para recibir el preceptivo refrendo.
La Delegación del Gobierno, consultada sobre este particular, matiza tal afirmación: los permisos de trabajo de larga duración emitidos en Ceuta se sellan aleatoriamente y se escanean siempre. Son personas conocidas y cuyo acceso está controlado por la Policía.
Sin ánimo de confirmar ni desmentir la ‘exclusiva’, la institución de la Plaza de los Reyes aclara que algunos transfronterizos que conforman este grupo pueden tener la impresión de que no se sella de manera generalizada, cuando lo que ocurre es que todavía no les ha tocado a ellos dentro de esas inspecciones al azar.
Otras fuentes, ajenas a la Administración General del Estado, discrepan en cuanto a la novedad de la medida ya que se trata de una práctica habitual en el lado español del paso fronterizo que separa Ceuta de Marruecos.
El origen de esta forma de proceder en el Tarajal con los trabajadores de larga duración puede estar en que, al entrar y salir a diario de Ceuta, las páginas de sus pasaportes se llenaban enseguida, lo cual generaba quejas, y de ahí que las autoridades españolas optasen por esta excepción.
A quienes sí se controla exhaustivamente es a aquellos marroquíes con permiso inicial ya que el seguimiento pormenorizado de su tránsito permite saber si pernoctan en Ceuta, una posibilidad totalmente prohibida a riesgo de que las autoridades españolas veten la entrada del infractor a la ciudad autónoma.
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