No se pensó que sería un enclave estratégico y comercial. Las primeras personas que comenzaron a idear en su mente el actual Puerto de Ceuta, de hecho, lo concebían como un apoyo militar en beneficio del ejército.
Este es, en pocas palabras, el nacimiento del espacio, con una actividad de gran peso en la ciudad. Justino Lara, empleado en la propia entidad, con motivo del hallazgo de manuscritos antiguos y por su interés, ha organizado una conferencia en la biblioteca ‘Miguel Ángel Blanco’. A lo largo de la misma ha sacado a la luz distintas fotografías que se tomaron durante periodos constructivos y ha narrado su línea cronológica de manera amena a los asistentes.
Más allá de ser la vía más recurrente para trasladarse a la península, existen una serie de operaciones económicas que solo son posibles a través de este. Actualmente incluso se dedica a cultivar cuestiones como el turismo o el respeto al medio ambiente. Antes de esta parada en el presente, ha habido una trayectoria larga tras la que se esconden cambios de gran calado.
La intención primera del ponente es hacer entender por qué a día de hoy su estructura está configurada tal y como la conocen los ceutíes. “Llevo unos 44 años trabajando allí. Entré muy jovencito, con 16 años. Siempre me ha gustado ver los planos y saber por qué el puerto ha avanzado y está donde está ahora”, expone.
Su padre también desarrolló su carrera laboral en él y, desde que tiene uso de razón, tiene en su memoria recuerdos ligados directamente a este.
“Tuve la suerte de estar una temporada en las oficinas centrales y de encontrar unos escritos antiguos. Empecé a revisarlos y a leerlos. Me parece absurdo no transmitir todo eso que he recopilado”, comenta. Más tarde recuperó las imágenes, la mayoría cedidas por compañeros de la institución.
La modificación más notoria, a su parecer, es su crecimiento desde las entrañas. A diferencia de otras instalaciones similares, que se extienden a las afueras, el de Ceuta se ha mantenido en constante evolución hacia dentro. “Por ejemplo. Conocí el dique de Poniente con cinco alineaciones para atracar barcos pesqueros. Ahora tiene cuatro. Fue para tener una zona de contenedores”, relata. “Me he criado en la barriada y he visto como parte de la escollera para pescar se ha esfumado para hacer una explanada”, destaca.
Ha sido también testigo de la incorporación del Parque Marítimo y de otras tantas metamorfosis a las que se ha visto sometida la infraestructura por necesidad de adaptación.
La historia supuso un punto de inflexión y motivó que se comenzara a estudiar la posibilidad de edificarlo. “Durante la guerra de 1860, la conocida como ‘la bonita’ se perdió más material desembarcándolo en muelles que en la propia contienda. Solamente había en ese momento un espigón militar, el de San Pedro. A este, en invierno se lo llevaba el levante y en verano se reconstruía”, relata. A raíz de este hecho partió la idea de implantar estas instalaciones, en un contexto en el que la población era escasa y esencialmente miliciana. Así, los primeros bocetos prácticamente tenían este carácter castrense. “Todavía no había ingenieros civiles. Lo plantearon los profesionales de la rama militar. Buscaban unas instalaciones que pudieran usar como escuadra. Era un asunto defensivo hasta que se llegó a principios del siglo XX”, subraya.
Sin embargo, no es hasta el año 23 o 24 cuando cambia esta mirada hacia la utilidad y finalidad del puerto. “Hasta entonces no se dieron cuenta de que podría ser un punto de acceso de mercancías a todo el Protectorado”, remarca. Así, de este modo, el 75% de estos productos a lo largo de este periodo llegaban a través de este.
No se tuvo tampoco mucha previsión acerca de cómo sería el futuro. Fue el paso del tiempo el que llevó también a otras transformaciones fruto de los diferentes navíos que surgieron. “Hay una transición de buques de vela y vapor. Aún no estaban en la construcción de barcos. Cambió en muy poco tiempo. Eso y la apertura del canal de Suez no se consideraron y en principio esta estructura iba a ser muy pequeña”, explica.
La razón en parte por la que incrementó su forma en desde su propio corazón y no hacia fuera tiene que ver, en parte, con las concesiones administrativas, según Lara. “De todos modos, el haberlo hecho hacia afuera quizá eso no habría permitido tener la cantidad de barcos en fondeo que existen en la actualidad”, reflexiona.
“Como todos los puertos que son pequeños, nació pequeño”, apunta. Él lo achaca a que, en realidad, nunca se sabe a ciencia cierta en qué se convertirá en unos años o en qué necesidades tendrá que intervenir.
Cada vez los buques ganan mayor envergadura y eso también repercute a las instalaciones al igual que el posible cambio de combustible. La preocupación por cuidar el planeta también lleva a otras opciones que entran en juego y generan nuevos cambios. “Ahora hay embarcaciones casi eléctricas, de fuel o de gasoil. Lo que quiero decir, es que los tiempos corren”.
El presidente del Gobierno de Ceuta, Juan Vivas, ha valorado la reunión mantenida esta tarde…
Duodécima jornada de la competición liguera de Tercera Federación, en la que el Ceuta B…
La Unión África Ceutí recibe este sábado a las 18:00 horas en el ‘Guillermo Molina’…
El Caso Koldo está siendo una de las comidillas de muchas tertulias tras las declaraciones…
La Sanidad de Ceuta continúa siendo uno de los grandes debes para la administración, y…
Una nueva red social ha irrumpido con fuerza en los teléfonos móviles de todo el…