Días pasados falleció el teniente General Evaristo Muñoz Manero, quien fue un buen y leal amigo durante más de 40 años, al cual conocí como capitán cuando mandaba la Compañía de Operaciones Especiales en Tenerife, años después siendo Comandante General de Melilla. Lo mismo en cualquier alto cargo, Evaristo era el espejo de un gran hombre tal como lo escribió el intelectual Stele “Solamente es grande quien no da importancia al aplauso de la multitud y hace caso omiso a su favor…” (R. Stele).
Había nacido en Larache (Marruecos) cuando era Protectorado de España, pronto sintió la ilusión de la carrera de las armas por lo que, tras una dura preparación, lograba ver realidad sus aspiraciones ingresando en la Academia General Militar en la XIII Promoción del Arma de Infantería con otros compañeros que como él alcanzarían el Generalato Rafael Reid de la Vega y Javier Relloso entre otros.
Ese carácter humano de Evaristo lo recuerdo cuando siendo Comandante General de Melilla, le solicité si podía ser posible un libro que recuerdo del historial del Grupo de Regulares de “Alhucemas” donde mi padre había estado destinado como Cabo en la Campaña de Marruecos; pocos días después recibía este libro con una cariñosa dedicatoria del teniente General Evaristo Muñoz Manero.
El apellido Muñoz Manero es una saga de grandes soldados; su hermano Antonio (fallecido) era idéntico a su hermano Evaristo, ambos curtidos en la Campaña de Ifni/Sahara 1957/1958.
Quien no conociese a Evaristo en principio se forjaba la idea de un hombre de carácter hosco, pero nada más lejos de la realidad, era un hombre sencillo y nada dado a ser distante, por el contrario era muy humilde y cercano en el trato con cualquiera, por ello, digan lo que digan y piensen lo que piensen, Evaristo era lo que tan acertadamente escribió este otro intelectual Nhitl: “Los pigmeos son siempre enanos aunque suban a los Alpes y las pirámides son siempre pirámides aunque estén en los valles…” ( Young Nhit).
Fue un gran soldado donde en su historial constan los títulos de paracaidista, profesor de Educación Física, Estado Mayor, Operaciones Especiales, Jefe de carros de combate y hablaba varios idiomas, habiendo participado en varias Misiones Internacionales.
Evaristo Muñoz Manero fue una gran persona y como tal, así lo vio otro célebre escritor, “Los grandes hombres son como las más hermosas flores, crecen a pesar estiércol que les lanzan los envidiosos y los imbéciles”. Descanse en paz este gran hombre, el Teniente General Evaristo Muñoz Manero.