"Este accidente nos ha cambiado la vida"

La vida de la familia Pérez Martos cambió radicalmente el pasado 24 de enero, cuando la joven Gema, de 17 años, era atropellada en un paso de cebra de Hadú. Mes y medio después sigue ingresada en el Hospital Puerta del Mar.

Está consciente pero no habla, no conecta con los demás y ni tan siquiera reconoce a sus familiares.
Sus padres se aferran a la fe. Tienen confianza en que la mediana de sus tres hijas saldrá de este bache tarde o temprano. Rosi, la madre, la que no se despega ni un momento del lado de Gema, ha regresado a Ceuta este fin de semana para acudir al tradicional Besapié del 'Medinaceli'. Al Señor de Ceuta le ha pedido protección para su pequeña, le ha pedido ayuda para que esa recuperación puede llegar.
"Mi niña dentro de lo que cabe está bien pero no habla, no conecta ni obedece órdenes. Ella hace movimientos con su parte derecha, pero son movimientos involuntarios. Está despierta pero no es capaz de conectar ni de reconocer a nadie", explica Rosi Martos en una entrevista con El Faro. "Este accidente nos ha cambiado la vida a todos. Al 'Medinaceli' le he pedido que proteja a mi niña, que me la cuide y que se ponga lo antes posible buena y que toda esta pesadilla termine".
"Los médicos nos dicen que hay que esperar, que a nivel de conciencia por lo menos va a durar un año así. Nos están diciendo que lo mejor sería que la lleváramos a una clínica especial en pacientes con daños cerebrales y la verdad es que lo estamos pensando", añade. Una salida que ahora forma parte del debate familiar, ya que barajan la posibilidad, si los médicos del Puerta del Mar lo autorizan y están conformes, de que Gema sea trasladada al centro Instituto Guzmán de Badalona en donde podría ser tratada de sus daños de manera específica.
De momento, hasta que se dé o no ese paso, la familia Pérez Martos vive a caballo entre Ceuta y Cádiz. El cabeza de familia trabaja en turnos en la empresa de limpieza, por lo que va yendo y viniendo al Hospital para permanecer al lado de la joven, turnándose con su mujer. Es aquí, en Ceuta, en donde están las otras dos hijas del matrimonio, de 19 y 14 años. "Mi marido ahora está con Gema en Cádiz, yo vine esta semana para estar con mis otras dos hijas, a las que llevaba más de un mes sin ver, y que lo están pasando muy mal. Y sobre todo la mayor, porque es la que vio todo el accidente, la verdad es que necesitan ayuda. Mi marido y yo somos los que tenemos que ir turnándonos para estar siempre pendientes de lo que necesite Gema", añade Rosi. La situación es complicada para esta familia caballa, con la que los ceutíes se han volcado. Ayer sin ir más lejos, Cáritas organizó un tapeo solidario en las cercanías de la iglesia de Santa Teresa. Un tapeo para recaudar fondos destinados a ayudar a la recuperación de la joven. Una acción solidaria más que se suma al dinero que va recogiéndose a través de huchas o por ingresos en cuentas, amén de los actos benéficos que se han celebrado y los que quieren seguir celebrándose. Al tapeo acudieron familiares directos de Gema, entre ellos una de sus hermanos o su tío.
"Estamos muy agradecidos", comenta Rosi, porque "nuestra situación es complicada. Mi marido trabaja en Trace solo los fines de semana y tiene una nómina escasa. Gracias a la gente que nos está ayudando y se está volcando con mi hija podemos salir adelante, es increíble como se está portando la gente", explica. "Lo que se está ingresando es para mi hija, para lo que pueda pasar y pueda necesitar porque no sabemos ni cómo se va a quedar".
Los padres de Gema están viviendo en una casa de acogida en Cádiz, dispuesta para familias que tengan pacientes en UCI. Ahora, como la joven ya ha sido ingresada en planta, tendrán que dejarla. Quien se quedará con Gema será su madre, en la habitación atendiéndola, "ya veremos cómo nos vamos apañando".