El estado del complejo del Mercado Central es "peor" de lo que se temía

Con un siglo a sus espaldas, la estructura del Mercado Central de Ceuta considerada en toda su amplitud, incluidos tanto el puente de la Constitución de su lado norte como el nuevo de la Almina en el sur, corría un riesgo cierto de colapso que ha motivado una intervención de emergencia que comenzó hace un mes y se demorará todavía, calculan las fuentes consultadas por este periódico, otros treinta días. Los estudios en marcha sobre el estado de sus vigas han revelado que el mismo es “peor” incluso de lo que se temía cuando se ordenó hasta evitar el estacionamiento de autobuses frente al ascensor de La Ribera para minimizar el riesgo de “colapso estructural”.

La actuación de emergencia, presupuestada en algo menos de 2 millones de euros y encargada a ACC, persigue “evitar que la estructura se venga abajo”. bajo el puente de la Constitución la adjudicataria de los trabajos está colocando pilares metálicos aprovechando que la altura ronda los cinco metros para ayudar a soportar las vigas que soportan la calzada y el tráfico rodado, sobre las que hace años se realizó una reparación “que no alcanzó a todas”.

En el lado sur se ha acelerado la demolición del conjunto siguiendo un proceso que se ha iniciado con el desalojo de varios puestos y que continuará, una vez acondicionados los nuevos, con el traslado de los de pescadería. El objetivo es concentrar en la zona central del Mercado todos los puntos de venta para liberar la mayor carga posible de los pilares, que en la zona del puente de la Almina alcanzan una altura de 11 metros y podrían tener que ser reforzados también.

El decreto de emergencia firmado establece que la “prioridad” es “el refuerzo del tablero y los soportes del nuevo puente de la Almina, así como el desalojo y clausura de la zona del Mercado correspondiente a la pescadería y el refuerzo del puente de la Constitución”.

Actualmente está en plena ejecución el estudio patológico con ultrasonidos (de la mano del laboratorio AGM) del esqueleto de esta parte, que cuenta con pilares “demasiado esbeltos para los estándares actuales” en aparente buen estado exterior, pero con su armadura interno aparentemente dañada por la carbonatación que mina su capacidad de sujeción.

El eterno traslado fallido del equipamiento

El decreto de emergencia firmado para la ejecución de obras prescribe que, de acuerdo con los informes técnicos, en el edificio del Mercado Central es necesario “iniciar un proceso de consolidación estructural que garantice su funcionamiento en el periodo transitorio de desalojo”. En cualquier caso, “en paralelo se debe iniciar el estudio para desalojarlo”, recomienda. El Gobierno de la Ciudad lleva años barajando distintas alternativas para el traslado de este equipamiento. En su momento llegó a barajarse reubicar los puestos en uno de los inmuebles de la Manzana de Siza, idea que terminó desechándose.

Seguimiento continuo hasta el desalojo del inmueble

La actuación proyectada en el Mercado prevé, más allá de la obra de emergencia, la colocación de sensores bajo el tablero del nuevo puente de la Almina “que permitan conocer su estado en todo momento”. Idéntica medida se adoptará en el de la Constitución.

El edificio principal deberá ser objeto de “un amplio estudio que garantice su estabilidad” y, si ello no es posible, acometer su desalojo “ordenado” más pronto que tarde, aunque se da por hecho que tras diversos planes fallidos habrá que acometerlo.

Mientras tanto, todos los elementos estructurales “serán objeto de monitorización en tiempo real de modo que cualquier alteración en su capacidad portante sea inmediatamente detectada”.

La tubería que conecta los depósitos de Cola y San José será reubicada

De momento se prevé la construcción de un pórtico de acero para desviar la actual conducción de agua que interconecta los depósitos de San José y Cola de la Ciudad, así como de cualquier otra red existente de cualquier otro servicio afectado, estudiando la posibilidad de aprovechamiento de este nuevo elemento para su uso como paso provisional peatonal.

En paralelo tocará “iniciar el desarrollo de un nuevo proyecto de puente de acuerdo con la información obtenida, tanto arqueológica como geotécnica, que incluya el desmantelamiento del actual”.