Quien haya visto la película Casablanca, si indaga en los archivos de documentos del África Occidental española, comprobará que, leyendo algunos, vivirá la realidad de la citada película. Lo mismo he comprobado en esos documentos que moros en Ifni entablan amistad con un soldado español, al cual tratan de convencer que previo pago les facilite toda clase de información militar, o viceversa, que militares españoles mantienen amistad con musulmanes, a los cuales les piden información que pagan, y que gracias a ello, en algunos casos no sólo se enteraban de la situación entre la población, sino que también localizaban a desertores de unidades militares españolas, algunos de ellos incluso portando armamento.
El general sin miedo
El general Humberto Delgado tuvo una vida corta. Fue un hombre sin miedo, y sin entrar a enjuiciar si sus hazañas eran lícitas o no, lo cierto es que una de sus hazañas dio la vuelta al mundo. Esta, en cierto modo, afectó a España y sucedió ahora hace 61 años. En 1961 el general Enrique Galvao, en un golpe audaz, se apodera con varios individuos del transatlántico español ‘Santa María’, y durante varios días todo el mundo estaba pendiente de esta acción, cuyo acto de piratería según los autores era alertar a la opinión pública internacional de la situación política de Portugal, entonces bajo el régimen de Salazar.
En este secuestro del ‘Santa María’, según el libro Asesinato de un héroe, la acción pirata fue dirigida por el general Humberto Delgado, el cual estuvo en todo momento presente e intervino activamente en la misma, dando las oportunas órdenes. También tuvo otra espectacular acción, con el primer secuestro aéreo de la historia, el cual lo realizó el portugués Herminio Da Palma, pero en el que el cerebro de la operación fue el mismo general Humberto Delgado. Con tres militantes del citado Da Palma, sacó tres billetes para el vuelo Casablanca-Lisboa de la compañía aérea ‘TAP’ (Transportes Aéreos Portugueses); cuando el avión volaba sobre Lisboa, entraron en cabina y con sendas pistolas amenazaron a los pilotos y sobre esta capital arrojaron miles de octavillas para boicotear las elecciones, las cuales decían que era una farsa. En esta acción también tuvo una importante participación dicho general.
En 1962 el general Humberto Delgado, disfrazado junto con el capitán Varela Gómez y con el dirigente de la ‘SOC’ Manuel Serra, atacan el Cuartel de Beja con el objeto de sublevar el país. Fracasando en dicho asalto, el general regresa a España, de donde había partido. Humberto se movía por varios países, entre ellos España, casi siempre con documentación falsa. En 1965, días antes de ser asesinado, entre España y Portugal se alojó con su secretaria en el hotel ‘Simancas’ de Badajoz. Consta que la habitación que ocupó, la 318, lo hizo con un pasaporte argelino a nombre de Lourenco Ibáñez, de profesión comerciante.
Del general gobernador de Ifni al capitán general de Canarias
Aunque la guerra oficialmente sobre el papel terminó en marzo de 1958, según una nota del Ministerio del Ejército, en la práctica se trataba de un alto el fuego, y los documentos que obran en mi poder dicen de tiroteos esporádicos y, desde luego, también lo corrobora la copiosa información de espías, tanto de un bando como de otro, además de bastantes desertores de las fuerzas armadas de Marruecos que se pasaban a España por Ifni.
De las últimas hazañas del general de aviación portugués Humberto Delgado, lo fue que recaló en Argel y Marruecos, siempre dispuesto a regresar a Portugal a implantar, previas elecciones, un nuevo régimen, aunque casi siempre que se movía lo hacía con identidades falsas, puesto que la ‘PIDE’, la Policía Internacional de Defensa del Estado, andaba incansablemente tras sus pasos.
Pero volviendo al principio del artículo, en la transcripción de un documento secreto se viene a demostrar que los sucesivos hechos son el fiel reflejo de la película Casablanca, y el texto del documento es este: “Gobierno general de la provincia de Ifni. Estado mayor. General-jefe, sector Ifni, al capitán general de Canarias. Santa Cruz de Tenerife, nº 2593. 2ª Sección. Ejército Norte de África, radio cifrado 487, ha captado radio Agadir a Rabat, dando cuenta llegada dicha plaza, general portugués Humberto Delgado, portando documentación bajo nombre de ‘Da Silva’, con intención de marchar a Portugal, donde espera levantar insurrección. Dicho general piensa salir clandestinamente de Marruecos en barco con destino a puerto portugués. Lo comunico conocimiento debiendo comunicar urgencia, cualquier noticia nuestro servicio escucha, pueda adquirir relacionado con dicho asunto. Comunico V.E. conocimiento significando que este mando ha tomado medidas oportunas alertando servicio escucha propio. El teniente coronel-jefe de Estado Mayor. Sidi Ifni, 16 octubre 1961”.
Desgraciadamente la insurrección del general Humberto Delgado, junto con su secretaria Arajair Moreira Campos, acabó trágicamente, siendo asesinados ambos en Villanueva del Fresno (Badajoz), por miembros de la llamada ‘PIDE’.
Existen más hechos similares a la película Casablanca, concretamente tras la independencia de Marruecos, como cuando un teniente de la legión, vio por una céntrica calle de Melilla a nada menos que el entonces comandante de las fuerzas reales de Marruecos, Mohamed Oufkir y casualidades de la vida, años después ambos comandante marroquí y teniente español, tendrían un sonado incidente, en que prevaleció la serenidad y firmeza del teniente español para poner en su sitio a este comandante. Otro documento en mi poder sobre este servicio secreto afirma que el buque soviético ‘Chusovoy’ llegó al puerto de Casablanca, con munición de unas cien cajas que partieron en camiones militares para Rabat, con destino a la escuela de Mequinez. En junio de 1961, otro documento del Estado Mayor, nº 2560, 2ª Sección, explica que un confidente sabe que los comerciantes están al corriente de una concentración de tropas en Agadir y Gulimin al objeto de atacar Ifni.