En la hoguera oficial de la noche de San Juan de Ceuta compartirán protagonismo la medianoche de este viernes a este sábado el monstruo de la inflación con una composición de tres 'juanillos' elaborada durante cinco semanas por un grupo de seis jóvenes residentes en el Centro de Realojo Temporal de La Esperanza.
En ella, tres figuras humanas representan los efectos del cambio climático: en el centro, 'Chulito', con una botella de 'Ceuta Star' en mano, celebra bajo la sombra de una frondosa palmera. En otra, 'Tortuga' sufre las inclemencias meteorológicas y en la tercera 'Pollo' soporta la nieve en pleno verano.
La pira es obra de Anuar Idrissi, Chaker Chellak, Ayyoub El Bakali, Tahar Echchair, Badr El Ouardi y Abdelfatah Pridi. Este último no podrá asistir ya su quema, ya que se ha trasladado a Segovia tras alcanzar la mayoría de edad.
Sus cinco compañeros que siguen en 'La Esperanza', todos con entre 15 y 17 años y en Ceuta desde entre dos y nueve meses, aguardan con una mezcla de pena (por lo rápido en que el resultado de su trabajo durante cinco semanas todas las mañanas de lunes a viernes y algún sábado se reducirá a cenizas) y expectación la madrugada de San Juan.
“Ninguno conocía esta tradición”, explica la coordinadora del centro de Hadú, Cristina Campoy, en la que participarán por primera vez. “Me parece muy bien esta representación de un cambio de ciclo y me han dicho que las personas se los pasan muy bien”, resume El Ouardi. A su lado, Echchair espera tener la oportunidad de “conocer nueva gente” en una de las pocas oportunidades que tienen los chicos durante el año de estar fuera del equipamiento a esas horas.
La monitora ocupacional Elia Campos recibió “hace dos meses” la propuesta de “hacer algo para la noche de San Juan”. La recogió al vuelo y comenzó a trabajar con esta media docena de adolescentes “con papel, cartón y madera de palé reciclados y cola”. “Toda la comunidad del centro se ha involucrado: nos han guardado y traído cajas de cartón, las compañeras de la limpieza han sido muy pacientes, los vigilantes también...”, agradece.
Según Campos, la idea que se ha concretado “es el resultado de un grupo tremendamente imaginativo y creativo que se ha nutrido hasta de los tatuajes de algún trabajador del centro”. “Ha sido fantástico aprender cosas en un ambiente de compañerismo”, valora Idrissi.
Para El Ouardi, que nunca se había implicado en una dinámica de este tipo como las que ya lucieron en la ciudad por el Día de la Madre o en La Cuna de La Legión, lo mejor ha sido “trabajar en grupo como hermanos”.
“Se trata de jóvenes muy apañados que no tienen límites”, elogia Campos su disposición al trabajo, que ya se ha materializado también en un enorme cigarro con el que pronto concienciarán a los usuarios de las playas de la necesidad de no abandonar colillas en la arena y en “nuevos retos” que todavía quieren mantener en secreto.
Pues... se lo han currado mucho y bien. Yo creo que les podían indultar un ninot
Chicos, mis felicitaciones. Está chulisimo