La Guardia Civil ha detenido a cuatro jóvenes a bordo de una embarcación cargada con petacas de combustible. Tanto los arrestados por delito de contrabando y desobediencia, entre otros, como la semirrígida que ocupaban, se encuentran ya en la base del Servicio Marítimo de Ceuta.
Este es el resultado de una persecución en la que han participado patrullas por tierra y unidades por mar para evitar lo que los detenidos querían: fugarse.
La alerta de este suceso la dio el Servicio Marítimo de Algeciras, cuya patrullera detectó la goma sospechosa de estar implicada en algún tipo de práctica delincuencial. Al darle el alto los ocupantes emprendieron la escapada, siendo perseguidos por la unidad de Algeciras, que pidió apoyo a los compañeros de Ceuta.
De inmediato se procedió a prestar apoyo con una embarcación de la unidad provincial de nuestra ciudad para estrechar el cerco a los ocupantes de la lancha cuya escapada fue abortada.
Los agentes de la Benemérita coordinados, tras una complicada persecución que culminó por la zona del Sarchal, pudieron detener a los cuatro petaqueros, intervenir la lancha dotada con motores, así como recoger la mercancía que portaban.
Combustible que sirve para abastecer a otras embarcaciones y contra cuya pertenencia se está luchando sobremanera sobre todo después de la tragedia de Barbate.
Los detenidos, que venían huyendo de Algeciras, serán puestos a disposición judicial por, al menos, la comisión de un delito de contrabando y otro de desobediencia. La Guardia Civil está trabajando en este asunto por lo que se desconoce si cabe la existencia de más acciones delictivas además de qué portaban al detalle en la lancha intervenida.
Posteriormente se investigará, esta vez a cargo de agentes de Policía Judicial, la procedencia de esa lancha y su posible relación con otros casos. El caso está bajo indagación de los agentes.
Son los petaqueros los que sirven para abastecer de combustible a las narcolanchas, siendo estos unos de los pilares en los que se sustenta el tráfico de droga, con actuaciones en el sur peninsular, así como en Ceuta.
En varias ocasiones, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) se ha referido a ellos y a la urgencia de medidas para el control de quienes ejercen una actividad ilícita que representa el primer escalón para poder llegar a formar parte del mundo del narcotráfico.
Su modus operandi consiste en el uso de pequeñas embarcaciones para el traslado de bidones de gasolina, llegando a convertirse en “organizaciones conexas con el narco”, de acuerdo con lo que explica AUGC.
La Asociación lamenta, sin embargo, que el suministro de gasolina a las narcolanchas que permanecen la mayor parte del tiempo en alta mar “está castigado como infracción administrativa” y no como delito de narcotráfico como debería ser, por lo que el llamamiento es a sanciones legales más complejas.
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