Se sospecha que ha sido el autor de varios pases de inmigrantes en este verano. Se había convertido en un auténtico quebradero de cabeza. Así ha sido hasta que en la tarde de este martes distintas unidades de la Guardia Civil de Ceuta se han coordinado para colocarle los grilletes e intervenir la moto de agua roja con la que había arrojado a la orilla de la playa entre Almadraba a dos inmigrantes, que también han sido interceptados por el Instituto Armado.
La espectacular persecución ha terminado como se esperaba. Con el piloto intentando escapar pero topando con la cooperación de las distintas unidades de la Guardia Civil que por mar y tierra han evitado que lo hiciera. Lo tenían marcado desde hace tiempo y estaban tras los movimientos sospechosos que apuntaban a que se iba a intentar ejecutar otro pase de inmigrantes. Como así ha sido.
Tras dejar a los dos inmigrantes en la Almadraba, viéndose perseguido por la Benemérita, ha intentado escapar embarrancando la moto de agua en la playa del Tarajal a donde ha entrado a gran velocidad, dejándola a unos metros de la orilla. Podía haber causado un grave accidente en el mar ante la presencia de bañistas y otras personas en las inmediaciones del arenal.
El piloto venía cargado con los dos inmigrantes desde Marruecos, los soltó en la orilla al verse sorprendido por la Guardia Civil que venía rastreando su ruta, ayudados de las cámaras del SIVE y de las distintas patrullas.
Tras embarrancar la moto, el pasador echó a correr intentando así que la Guardia Civil no le diera alcance. Ha terminado con las esposas puestas y tendrá que responder ante la autoridad judicial del delito cometido.
La Guardia Civil no descansa ante la enorme presión de las motos de agua dedicadas a traficar con personas, sus pasadores no dudan en arrojar a los inmigrantes al mar aunque para ello pongan en riesgo su integridad física. Ya se han producido varios accidentes graves. El negocio es redondo y llegan a cobrar hasta 3.000 euros por cada traslado. Este verano está siendo una auténtica pesadilla en las costas de Ceuta pero también de Marruecos.
Las pequeñas redes de inmigrantes se aprovechan de la desesperación de magrebíes que no piensan más que en escapar de Marruecos, país en el que no encuentran futuro. Las cargas se hacen a plena luz del día sin que siquiera las fuerzas marroquíes puedan detenerlas.
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