Los 'especiales' de la Protectora buscan adopción

Bubu supera los 6 años. Es uno de los perros con difícil salida de la Protectora de Animales de Ceuta. Se lleva muy bien con niños y adultos pero no termina de encajar en las preferencias de aquellos que siguen comprando mascotas en vez de dar un futuro a quienes son fruto del abandono o del maltrato, como es este caso. Oliva Guerrero, vicepresidenta de la entidad, se deshace en elogios a Bubu, un can que solo espera una oportunidad para dejar estas instalaciones que nunca dejan de estar saturadas.

“A este pobre lo abandonaron, nos lo robaron varias veces para las peleas de perros. Es un encanto con las personas, pero claro tiene 6 años y la gente quiere cachorros. Ha sido abandonado, robado... es buenísimo, pero entre la edad y que solo quieren cachorros es difícil que salga, pero es un perro buenísimo, la verdad”.

Tras las paredes de la sede de Postigo comparten espacio quienes tienen difícil dejar lo que se ha convertido en su casa y los que podrían ser calificados ya de abuelos, perros con edad que no suelen estar entre las preferencias de quienes quieren adoptar. Y a ellos se suman los que arrastran una vida en el monte que les ha marcado para siempre, convirtiéndolos en asustadizos que reclaman tiempo y esfuerzo para socializarse. Para todos ellos es importante conseguir una casa permanente al objeto de que pierdan esos traumas que les hacen evitar el acercamiento con los humanos. Es el caso de dos hembras, las únicas que quedaron de una camada de cachorros encontrados en el monte. Lo ideal para su evolución sería que alguien las adoptara y que poco a poco consiguiera hacerles recuperar una confianza perdida. Pero pasan los días y nadie se fija en ellas.

Algunos de los canes fueron robados para la práctica de peleas clandestinas

Hay otros perros que llegaron a la Protectora con problemas físicos, como un macho que los presenta en una de sus patas traseras; también los hay incapaces de adaptarse a hogares con niños, como uno de los canes acogidos que seguramente fue maltratado por algún menor y por eso los rechaza.

Luego está Mick Jagger, uno de los considerados abuelos de la Protectora, que lleva años allí. Es otro de los que arrastran traumas derivados del maltrato, algo que se visibiliza perfectamente cuando se acerca una persona a la que no conoce y de la que recela.

“Es un perro al que le han tenido que hacer algo, el dueño lo pegaba o algo porque cuando llega un hombre... como que lo mira mal, pero luego cuando ve que no le va a hacer nada se adapta perfectamente”, explica Guerrero.

Selva ha sido una de las privilegiadas durante un tiempo, porque con motivo de las inundaciones al menos pudo estar en un hogar. Después volvió a estas instalaciones en donde espera una adopción. Cuando se le rescató de la calle estaba en un estado lamentable y en la Protectora ha conseguido estabilizarse. “Después de haber estado en una casa, traerla aquí... Ella se lleva bien con todos, adultos y niños, perros y gatos... Es buena, buena”, detalla.

Otro de los casos complicados de adopción lo representa una perra que es sorda, “que es desconfiada por eso mismo, pero una vez que coge confianza es muy buena”, añade. Hay canes dominantes que necesitan de atención por parte de la familia que quiera adoptarlos y casos extremos como los de Perla y Ópalo, que llegaron preñadas y esqueléticas a las instalaciones de Postigo. Los cachorros salieron pero ellas se han quedado esperando dar ese paso.

Hay un can para cada hogar. Un perro al que usted puede rescatar hasta que llegue ese momento en el que se dé cuenta que el rescatado no era precisamente él sino usted mismo. Oliva Guerrero pide solo que se acerquen a conocerlos.

“Que suban y vean a nuestros perros que son buenísimos, que vean sus características porque hay perros para todos los gustos. Están aquí pero lo que necesitan es una casita. Que suban, que los paseen y ya verán”.

Ha sido robado y abandonado, es un perro buenísimo que solo necesita una adopción

“Es un encanto de perro”. Así definen a Bubu, que sigue esperando en las instalaciones de Postigo a que alguien se fije en él y pueda garantizarle una adopción.

Perros con traumas por haber sufrido casos de maltrato

Detrás de cada can acogido en Postigo hay una situación particular. Es el caso de Mick Jagger, un perro que arrastra una situación de maltrato que de hecho le hace tener miedo a las personas que se acercan a él. Así permanece hasta que se da cuenta de que nada malo le van a hacer. Como él hay otros casos de animales que no se sabe qué les ha podido pasar pero que rechazan estar con determinadas personas, hay un caso que no quiere estar con niños, posiblemente porque el maltrato vino perpetrado por algunos de ellos. Solo necesitan un adoptante que les dé el hogar que no han tenido.

A los abuelos de la Protectora se suman casos de complicada adopción como es el caso de esta perra sorda

Hay casos especiales como el de esta perra que es sorda, lo que le hace ser más desconfiada hasta que coge vinculación con las personas. Los más mayores o los que presentan alguna carencia física también tienen una salida en forma de adopción mucho más compleja que pudiera tener, por ejemplo, un cachorro.