No habrá cambios en el particular
servicio de ‘escolta’ que ejerce la
Policía Local en Ceuta con los autobuses, al objeto de garantizar cierta seguridad en puntos concretos ante los apedreamientos ocurridos contra la línea 8. Tal y como ha expuesto
el popular Alejandro Ramírez, la unidad de seguridad ciudadana dispone de un furgón, el que maneja la UIR, con rejillas de protección amén de tener medios para intervenir. Son esos agentes los que, desde marzo, recibieron las instrucciones para actuar. Ramírez ha destacado que se trabaja en coordinación con el CNP, garantizando que se vela no solo por la seguridad de los usuarios de la línea de bus sino también de los propios policías, así como trabajadores de autobuses dependientes de
Amgevicesa.
En su respuesta a
una interpelación presentada a
pleno por Vox, Ramírez ha negado el nivel de inseguridad expuesto por este partido, poniendo encima de la mesa los datos del balance de criminalidad que difunde el Ministerio del Interior y que sitúan a Ceuta como el territorio en donde se ha producido la mayor de las bajadas. Para
el diputado de Vox, Juan Sergio Redondo, los policías “se la juegan” cada vez que hay un apedreamiento, algo que, ha mantenido, se produce de manera asidua. Ha afeado al Gobierno que se crean las estadísticas de Interior, porque, a riesgo de parecer “que miento y soy un hipócrita”, se producen situaciones de riesgo continuas.
Esos apedreamientos son “constantes” y realizados “por grupos organizados”, por lo que
la Ciudad tiene una obligación que cumplir. Redondo de hecho ha aludido a la existencia de “informes internos” de agentes en los que exigen a sus responsables más medios para defenderse “en una labor que su gobierno le encomienda”. Redondo ha criticado que la Policía en Ceuta no disponga de armas largas ni material antidisturbios, algo que llevan pidiendo desde 2017, cuando en la ciudad hermana de
Melilla sí tienen. “Se amparan en informes técnicos para impedirlo, pero en Melilla sí que la Policía Local tiene armamento de estas características y hacen del mismo un uso adecuado y proporcionado. Vamos a tener una desgracia y vendrán las lamentaciones”, ha zanjado Redondo.