Las propias circunstancias que definen las especificidades de Ceuta son también muy contrarias a la propia creación de empleo, como puede suceder en otros puntos de nuestro país, donde cualquier parado, a lo mejor, tiene abiertas las puertas en una localidad próxima a la suya, extremo que aquí es imposible. Ello unido a una crisis coyuntural que nos lleva golpeando desde hace veinticinco años pueden ser algunas de las causas que hacen de Ceuta uno de los lugares de España donde más paro se registra. En esas circunstancias especiales y excepcionales el propio gobierno del presidente Vivas va a intentar, llegando hasta donde permita la propia legislación, favorecer en los pliegos de contrataciones a los parados ceutíes.
Con la ley en la mano, pero luchando todo lo que se pueda, en caso de negativa, se intentaría pactar con las empresas que se presenten a las licitaciones. Caminos no hay muchos, pero al menos se intentan hasta donde se puede. Es un problema que es de todos, no solamente de quienes gobiernan en un lado u otro.