La falta de credibilidad del gobierno de la Ciudad debería ser centro de un escarnio generalizado. Al gobierno de Juan Vivas le da igual decir una cosa y la contraria con pocos días de diferencia, e incluso faltar a la verdad sin el menor recato, seguros que están que el aparato propagandístico callará las contradicciones que tienen. El tema de la Manzana del Revellín ha tenido que volver a la Asamblea, por más que le pese al gobierno de la Ciudad. Les pesa porque el traslado del mercado a la Manzana del Revellín lo camuflaron en unas normas interpretativas del Plan General de Ordenación Urbana y encima el consejero Doncel tuvo la osadía de enfadarse cuando la portavoz socialista lo relacionó y sacó todo el entuerto a la luz.
Han pasado los meses. El mercado sigue donde estaba y parece que las razones que hacían urgentísimo y perentorio su traslado a la Manzana del Revellín, pagando la Ciudad una millonada anual en concepto de alquiler, han desaparecido.
Muchos fueron vilipendiados como enemigos del progreso de Ceuta por creer que un mercado de abastos no tenía nada que ver con un auditorio y un centro cultural. Ahora nadie recuerda lo esencial que era ese urgentísimo traslado. ¿Se han solucionado la inmensidad de problemas que el voluminoso expediente que justificaba ese traslado manifestaba? Si no se ha hecho es una absoluta irresponsabilidad del gobierno de la Ciudad; si se ha hecho y el mercado sigue funcionando, se demuestra que el traslado no era ni urgente ni necesario.
Se nos dijo un millón de veces que la Manzana del Revellín iba a cerrarse con un coste de 29.000.000 de euros, pero ya comienza a reconocerse un costo de 55.000.000 de euros. Esto ha sido sólo en seis años, que mucho nos tememos que el dinero final que la Ciudad tenga que desembolsar sea una cifra aún mayor.
Paco Márquez, otro de los genios del gobierno, aseguró que los datos presentados por Mohamed Alí sobre la deuda de la Ciudad eran falsos, que los diputados de la UDCE era unos analfabetos en lo referente a la deuda y que la rueda de prensa que dieron desvelando el verdadero endeudamiento de la Ciudad era pura desinformación.
Lo mismo debe pensar Paco Márquez de los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda que han dado la razón a Mohamed Alí y se la han quitado a Paco Márquez. La rueda de prensa de la UDCE informando a la ciudadanía que cuánto es lo que lo realmente debemos sí era información y, a la luz de los datos del Ministerio de Economía, la rueda de prensa que Paco Márquez dio en respuesta sí fue un ejercicio de manipulación e, incluso, de descalificación impropia en una sociedad como la española.
Algunos tienen la sensación falsa de que son los listos de la clase rodeados de ignorantes (lo mismo es cierto una vez dentro del Consejo de Gobierno) y de lo que no se dan cuenta es que su “inteligencia” está protegida mediáticamente. Las equivocaciones y los errores del gobierno tienen un peso mayor porque sus fallas nos cuestan dinero a todos y repercuten tanto en los servicios que recibimos como en los impuestos que pagamos.
Sus errores, garrafales en la mayoría de las ocasiones, son tapados no sólo por el tiempo, sino por un inmenso sistema de control de la información y de la opinión que los ceutíes reciben. Un sistema de control que sale de los bolsillos de los ciudadanos y no, precisamente, de los del Partido Popular.