Si contamos con el resaltable hecho de las festivas fechas en las que nos encontramos, siendo benévolos y mirando el asunto más desde el prisma de la practicidad que de su calidad artística, se puede decir que esta cinta representa una de las mejores opciones para estrechar lazos familiares en la sala de un cine; sobre todo si dichas relaciones sugieren adultos dedicando tiempo a los seres más importantes de la casa y también de la cada vez más idiotizada sociedad. Porque es un enorme signo de idiotez y un a veces irreparable error no dar la importancia que se merece a todo aquello que rodea a los niños.
Soltado ya el alegato y ciñéndonos a lo fílmico, Jack el caza gigantes, obra menor de Bryan Singer (Sospechosos habituales, saga X-Men, Superman Returns) supone la revisión de la famosa fábula de Jack y las habichuelas que escribiera Hans Christian Andersen, algo personalizada y pretendiendo aportar aire fresco, pero con todos y cada uno de los elementos (clichés) que hacen reconocible a un cuento.
El mediocre Nicholas Hoult es el intérprete protagonista de la historia, un joven, valiente, y supuestamente guapo plebeyo que por error abre un puente que conecta a su mundo de humanos con otro de temibles gigantes (que hablan el mismo idioma que ellos, por cierto, detalle harto curioso) que en otra época ya fueron conquistadores de sus “diminutos vecinos”.
Una vez abierta la puerta, los gigantes pretenderán reverdecer viejos laureles con puño de hierro y muy mala baba. Por supuesto hay un rey (conocido entre otros trabajos por ser el villano de la sublime serie Deadwood), un villano además de los gigantes al que poner rostro (Stanley Tucci) y, sí, claro está, una princesa hermosa y aventurera que se enamora de... ¿adivinan quién?; pero los asuntos del corazón son complicados si la ley (apenas clasista, bonita moraleja enviamos a los permeables espectadorcillos) impide que la realeza se empareje con alguien que no posea sangre azul o en su defecto título que pueda ser convalidado.
El caso es que la acción transcurre por senderos muy planos, aunque no ausentes de emociones fuertes, personajes con cierto gancho como el de Ewan McGregor, guerrero fiel al reino, y unos detalles técnicos efectistas aunque pequen de escasa credibilidad visual (dicho quede que no sé si el 3D aportará mucho más que la edición tradicional, ya que en este caso he optado por no arriesgarme a salir del cine por enésima vez con la sensación de haber sido estafado tras quitarme las gafas tridimensionales). No apta para un público demasiado infante, al que la propuesta podría venir algo grande y tediosa, seguramente es ideal para mezcla del resto de generaciones que pretendan pasar un rato de tiempo libre juntos sin necesidad de estar asistiendo al espectáculo de sus vidas...
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