La Delegación del Gobierno y la Ciudad Autónoma han consensuado un 'Procedimiento operativo para el establecimiento de medidas de control sanitario y coordinación entre las diferentes administraciones y los ministerios de Sanidad y Educación para la Atención Sanitaria y la prevención de la transmisión de COVID-19 en Ceuta' que propone la formación de equipos en cada centro educativo con una enfermera, un auxiliar de Enfermería y otros técnicos relacionados con la salud como especialistas en emergencias sanitarias que también podrían actuar como “rastreadores” del coronavirus en el ámbito escolar.
El protocolo, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso este periódico, establece que ese personal “deberá ser proporcionado a través de los Planes de Empleo de la Delegación o la Ciudad”, programas que se prevé que estén operativos desde mediados de octubre o noviembre. Igualmente deberían proporcionar “cinco limpiadoras a cada centro educativo por turno” para someter los espacios escolares a “un exhaustivo proceso de limpieza y desinfección” entre turnos y a la finalización de cada jornada lectiva.
El objetivo del documento es “servir de procedimiento para el adecuado establecimiento de medidas de control sanitario en los centros educativos”, donde para septiembre se prevé la formación de grupos con no más de 15 alumnos con horarios reducidos con respecto a cursos anteriores.
La utilización de mascarilla será “obligatoria en todas las instalaciones” y cada centro proporcionará y registrará la entrega de material de protección al alumnado que carezca del mismo. Quien incumpla “de manera reincidente” será “sancionado” de acuerdo con el Reglamento Orgánico y Funcional (ROF) de cada centro.
Los equipos sanitarios se encargarán tanto de la “toma de temperatura a alumnos y profesorado” como del “control de síntomas compatibles con COVID-19 que sean comunicados por el profesorado o alumnado u observados directamente”.
También de “concienciar” a las familias para que controlen la temperatura de los niños antes de llevarlos a clase para evitar cualquier contacto fuera del hogar y de la “ventilación” de los espacios escolares “antes y durante” los periodos lectivos.
Ante la detección de un caso sospechoso durante la jornada lectiva “se saldrá del lugar donde se encuentre con todas sus pertenencias, se avisará al 'referente COVID' del centro y se procederá a “la higienización de las manos” y la colocación de mascarilla (si la persona no la llevaba). Además del acompañamiento a una sala de aislamiento se prevé que evite “tocar superficies con las manos como barandillas o pomos y corrientes de aire como paso previo al aviso a la familia y a la desinfección del itinerario recorrido.
“Cualquier síntoma” que haga sospechar de coronavirus en docentes, dicentes u otro personal adscrito a colegios o institutos deberá comunicarse al Servicio de Medicina Preventiva del Ingesa e instar al posible infectado a ponerse en contacto con su médico de familia o pediatra para iniciar un seguimiento clínico, tratamiento, baja laboral “o lo que proceda”.
Al paciente que sea considerado y declarado caso sospechoso (o a sus progenitores) se les irá “llamando periódicamente por parte de su médico y del Servicio de Medina Preventiva, Salud Pública y Prevención de Riesgos Laborales del Ingesa” para “comprobar su estado y sintomatología individual”.
En cuanto a los contactos estrechos comunicados y los investigados desde al menos 48 horas, el seguimiento incluirá “la posible aparición de síntomas durante 14 días tras el último contacto”. Deberán realizarán cuarenta durante 10 ó 14 días y recibir seguimiento mediante el protocolo establecido por el Ministerio con controles de temperatura al inicio y final de cada jornada.
La Unidad de Programas Educativos (UPE) de la Dirección Provincial del MEFP realizará con Cruz Roja programas formativos a distancia para los docentes de la ciudad sobre coronavirus y otros proyectos asistenciales que mejoren las condiciones higiénico-sanitarias y organizativas para la apertura de los centros educativos de manera presencial “con las mayores garantías de seguridad para todos”.
El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del MEFP también ha contactado con las clínicas privadas para organizar la gestión de posibles casos en trabajadores que en su mayoría pertenecen a MUFACE o tienen seguros privados (ASISA, Sanitas, ADESLAS...).
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