Epístola desde Estambul

Siempre que ocurre un atentado en Europa producido por un comando terrorista islamista, yihadista o como se le quiera adjetivar, aunque siempre teniendo claro que no es un comando cristiano, judío, hindú, sintoísta o de cualquier otra religión diferente a la musulmana me pregunto cuanto tardaré en leer algún artículo que pregone que el islam es una religión de paz y que los musulmanes son gente pacífica.

Prácticamente en el periódico del día siguiente del atentado; así sabremos que en el mundo hay cerca de 1300 millones de musulmanes y si todos fueran terroristas el mundo sería inhabitable. A continuación leeré críticas a los partidos que hartos de tanto terrorismo islamista preconizan el cierre de fronteras y la expulsión de los islamistas fanáticos conocidos en las mezquitas legales y el cierre de las mezquitas ilegales. El siguiente paso será leer la critica a los servicios de seguridad e inteligencia del país que ha sufrido el atentado por no haber podido o sabido prever el atentado cuando los desalmados seguramente estaban fichados por la policía porque eran unos vulgares ladrones, se habían enfrentado a la policía, habían sido varias veces detenidos y gracias a la mansedumbre judicial habían sido puestos en libertad. Total, unos pobres ladrones pero que esta vez han dejado 35 muertos entre niños y mayores en el cementerio y muchos más en los hospitales, desgraciados ya de por vida. De nuevo "yo soy Charlie" "Yo soy belga" y así hasta la próxima. Por ejemplo en Pakistán, esta vez contra cristianos, 72 muertos. Y de nuevo, sin ninguna voz autorizada de los musulmanes clamando contra esos bárbaros.
Por supuesto las valientes izquierdas dirán que es el justo, aunque injustificado precio de entrometer a los países europeos en los asuntos internos de países como Irak, Siria, Líbano. Por eso, además, tenemos la obligación de acoger en Europa a todos los refugiados surgidos por nuestra mala cabeza. Millones de ellos, los que sean, no hay problema "Refugees welcome". Claro está, no van a Rusia porque un estado socialista es un estado pobre, aunque tenga el ejército mejor equipado y sea una potencia petrolífera, gasística y nuclear, ni a Estados Unidos porque no hay patera que cruce el Atlántico. Tampoco al Japón, porque los japoneses dicen que culturalmente los musulmanes no tienen nada que enseñarles y sus costumbres rechazan la forma de vida del musulmán; allí no pueden ni alquilar una casa. Tampoco a la Arabia Saudita ni a los ricos países del Golfo Arábico, porque posiblemente sean de la rama chiita del islam, ni a Irán porque probablemente serian de la rama sunita del islam. Tienen pues el derecho de ir a Europa, la zona más rica del planeta ya que estos refugiados, antes de la guerra vivían en sus casas pacíficamente, sin grandes riquezas pero no pasaban hambre y hemos llegado los europeos, hemos arrasado sus ciudades y ahora nos toca pagar. Pero, ¿no hemos ido a Irak porque creíamos que existía una amenaza nuclear o de armas de destrucción masiva, o armas biológicas? Sí, pero se ha demostrado que todo era falso y que hubiera sido mejor dejar a Sadam, lo mismo que nos equivocamos con Gadafi y ahora casi con el sirio. Pero ahora son las bestias del estado islámico las que están masacrando la población y por el mundo entero han salido copias de tamaños animales y Europa está ayudando a derrotar al ISIS. Es más, Europa debe unirse para derrotar totalmente al Estado Islámico. Es igual, Europa tiene la obligación de ayudar a los refugiados. Pero ya existen pueblos en Alemania que no pueden convivir con tantos refugiados y están cambiando las costumbres de ellos de forma que muchos alemanes tiene que cambiar de residencia, aunque claro está esto no aparece en los periódicos. Ah, que se le va a hacer, es el precio por querer ser un mediador sin inteligencia.
Afortunadamente la mente preclara de un austriaco va a salvarnos del desastre. Gerald Knaus presidente y fundador de la Iniciativa Europea de Estabilidad es el artífice del reciente acuerdo entre la UE y Turquía, mediante el cual Turquía retiene a los refugiados que irán posteriormente a los países europeos bajo demanda voluntaria de cada país. Turquía recibe unos 6.000 millones de euros, teóricamente para ayuda a los refugiados y la promesa secreta y negada por todos del futuro ingreso en la UE. Todo ello porque si no se podría construir un frente anti refugiados, en Francia con el Frente Nacional, con el grupo Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia) y con el partido liberal alemán, además de las reticencias británicas (Leave UE). El buen austriaco, señala ahora que así las fronteras están más seguras. Los refugiados permanecen en Turquía y previa demanda se van a los países de acogida y todos legales, si se cuela algún ilegal, se devuelve. El austriaco está deseando que comiencen las peticiones porque por ahora ya hay países que declinan el ofrecimiento anteriormente pactado. El buen austriaco ha tenido que convencer a la Señora Merkel (que ahora está recibiendo clases del silbo gomero) y al presidente holandés de turno de la presidencia Europea Diedrik Samsom del partido socialdemócrata neerlandés.
Pero hombre, ¡si Turquía siempre ha estado enfrentada a Europa, desde la conquista de Bizancio antigua Constantinopla capital del Imperio romano oriental para el imperio otomano en 1453 por Mehmed II y donde murió Constantino XI en defensa de la ciudad y posteriormente desde que en 1571 Don Juan de Austria derrotó a Alí Bajá en Lepanto donde el insigne Miguel de Cervantes perdió la movilidad de su mano izquierda, hasta el fin del imperio otomano en 1922 y comienzo de la república de Turquía y nunca ha sido Europa, aunque posean una mínima parcela en Europa, la Tracia oriental y su civilización con cien millones de musulmanes sería el entierro de Europa! Por mucho que se esforzó Ataturk ya se ven las maneras del actual caudillo Erdogan, velos por doquier. Estambul, desde donde comienzo a escribir y donde siempre es una maravilla poder perderse, seguirá siendo una de las ciudades más bellas del mundo por el enclave geográfico en que está situada y punto de encuentro comercial entre Europa, Asia y África. Una de las experiencias más extraordinarias es verla desde un buque al atracar en la mañana. Pero aun cuando el idioma turco se escribe utilizando el alfabeto latino no como el árabe, Turquía está a años luz de nuestra civilización por muy europeizada que en los últimos años haya deseado ser. Hay que adentrarse en el país. Les recomiendo la película "Mustang" de la directora turca Denize Gamze Ergüven , que vive fuera de Turquía, para conocer algo mejor lo que es ese país. Simplemente es el islam. Pero ¿cuándo Europa va a defender su civilización sin complejos de ninguna clase?
Francia se opuso al ingreso de Turquía en la UE la última vez que se debatió la propuesta. Espero que la próxima vez también lo haga, a pesar de la querencia alemana, aunque Grecia tiene sus motivos está más debilitada por las cuestiones económicas. El grupo de Visegrado también se opondría. España como no existe en el exterior, quizás admita el ingreso, ya saben por lo de la "Alianza de Civilizaciones". Mientras voy a ver los horarios de las líneas aéreas estadounidenses o japonesas, a ver cuál me trata mejor.
El problema siempre es el islam, que convierte un estado en una organización al servicio de la religión separándose de la idea occidental de separar Iglesia y Estado y no punir lo que religiosamente es pecado quedando sujeto al ámbito privado, a la parte del alma y de la mente, vertiendo los principios religiosos del cristianismo, cuna de nuestra civilización en virtudes ciudadanas, sometidas al imperio de la ley. La separación iglesia - estado no existe en el islam sea cual sea la rama que se profese. Todo lo contrario, se ha profundizado en la islamización, los descendientes de musulmanes llegados a Europa y nacidos en ella, rechazan cada vez con mayor pasión su modo de vida occidental sintiéndose "desplazados" y abrazando su nación religiosa como tabla de salvación llegando en muchos casos al fanatismo que será la base para el "yihadismo" terrorista. Por ello la llegada de la población turca en un futuro mediato o de los refugiados que esperan a sus puertas es un problema de convivencia y de terrorismo que Europa no puede solucionar ayudando a su destrucción. En mi opinión el no a la entrada de Turquía en la UE y toda la ayuda posible al retorno de los refugiados a sus países de origen, ayudando en la reconstrucción de sus hogares es una solución más viable. La acogida de los refugiados en los ricos países árabes, sería otra solución dada la proverbial calidez del árabe con sus huéspedes a los que podría conceder su nacionalidad, como hizo Israel con la Ley del Retorno de 1950 concediendo la nacionalidad a los judíos árabes que huían de sus países de origen dónde por razón de su religión eran asesinados. Mientras la obra del francés Francis Veber "La cena de los idiotas" continúa exhibiéndose con éxito (ya se sabe, Zapatero, Margallo, José Julio Rodríguez, Carmena..) una vez más vez más culpando del problema a Occidente y creyendo que la solución del yihadismo debe ser solamente política, creo que debemos dejar el fariseísmo europeo hasta ahora en boga solamente en defensa del "buenismo" en la política antiterrorista, el problema es mucho más complejo y debemos defender nuestra civilización occidental sin complejos.