Siempre hay una primera vez para todo. En este caso, las Nancys Rubias se estrenarán esta noche en la Feria de Ceuta en los conciertos del Auditorio de la Marina. La fiesta está asegurada junto a Mario Vaquerizo (‘Nancy Anoréxica’), Marta Vaquerizo (‘Nancy O’), Juan Pedro (‘Nancy Travesti’) y Miguel (‘Nancy Reagan’). 18 años en los escenarios cargan a sus espaldas y los que aún les quedan a “este grupo atípico”. Así lo afirma Mario Vaquerizo, quien añade que “somos unos marcianos porque la industria de la música no nos toma enserio. No se nos escucha siquiera en las radiofórmulas”.
Las Nancys disfrutan con la música. “Somos un grupo que nos unimos para pasarlo bien y cantar las canciones que nos gustan. Lo que empezó siendo un hobby, al final acabó siendo una profesión, puesto que nos pagan por actuar”, comenta Mario Vaquerizo. La diversión reinará desde las 00:00 en la Feria, que se verá teñida de color con todo el arte que derrocha este grupo. Casi dos décadas al frente, con sus más y sus menos, pero siempre “hemos hecho lo que queríamos, vamos a nuestro rollo”, expresa. Por ejemplo, “cuando queríamos hacer un disco, lo hemos hecho; y cuando no, pues nada”, añade a el artista para El Faro en esta entrevista.
–¿Os adaptáis a los tiempos?
–No tenemos que adaptarnos a las tendencias. Esto no quiere significar que nos disguste, puesto que el reguetón me gusta. Me encanta Aitana, así como otros artistas jóvenes, pero esto no significa que tengamos que hacer lo mismo. No me veo haciendo reguetón, me veo interpretando las de pop-rock, otras más estándar o aquellas que son muy comerciales.
–¿Qué aporta cada uno de los miembros de las Nancys Rubias?
–Aportan todo, cariño. Es difícil decir qué ofrece cada uno porque son mis mejores amigos. Mi hermana Marta, Juan Pedro y Miguel. Son personas que no puedo vivir sin ellas porque si no las tuviera, no tendría a mis Nancys. Jamás me iría a actuar solo. De hecho, cuando murió Susy Pop, que fue otra Nancy, nos replanteamos si dejar el grupo porque se perdió el sentido. Al final nos animaron a que siguiéramos y aquí estamos. Para mí es el grupo perfecto en el que cada uno cumple su rol. Estamos muy bien.
–¿Qué secretos hay dentro de este grupo de ‘Amigas’?
–No tenemos ninguno, lo hablamos todo. Y más yo, que soy como un loro. No tenemos un tabú, ningún secreto. Solo que discutimos porque hay veces en las que tenemos nuestros roces. Nos peleamos con la gente que nos importa, pero a la misma vez lo arreglamos. Pasamos muchas horas en la ‘Nancy-furgo’, lo pasamos muy bien cuando vamos en ella de un lado para otro.
"Hemos sido sinceros en todo momento, como cuando dijimos que no tocábamos ningún instrumento"
–¿Qué ocurre cuando la ‘Nancy-furgo’ se pone en marcha?
–Que lo pasamos muy bien. Nos ponemos al día, bebemos cerveza o atracamos gasolineras (ríe). Esto es como si fuese una reunión de amigas de camping, pero en nuestro caso nos vamos de concierto.
–¿Cómo os desenvolvéis dentro de la discográfica?
–Nosotros no tenemos prisas, sacamos el disco cuando queremos. Hemos sido sinceros en todo momento, como cuando dijimos que no tocábamos ningún instrumento. Para nosotros no tocarlo, no significa que no seamos un grupo. Por ir con la música prefabricada, no pasa nada. Lo que se ve es un espectáculo.
–¿Cómo lleváis la crítica?
–La gente es muy tonta. No eres más que otro porque sepas tocar un instrumento. Estamos en el siglo XXI, no tienes que demostrar si vas con voces grabadas. Lo que se ve es a una estrella encima del escenario. Por ejemplo, estuve en los conciertos de Rosalía y de Kiss hace unas semanas y solo vi a un grupo y una artista que brillaron encima del escenario junto a un público que se entregó por completo.
–A la gente le gusta criticar por criticar y ese es un problema que tenemos en la actualidad. El siglo XXI, que parece que todo iba a ser muy avanzado, se ha convertido en retrógrado. Claro que puedes decir si te gusta o no un artista, pero no te puedes permitir el condenarlo. A día de hoy estamos en esa dictadura de lo políticamente correcto. Aquí venimos a disfrutar, yo no me dedico a perder el tiempo en hablar mal.
–¿Cómo define su espectáculo?
–Este es un espectáculo para todas las edades. Divertido, agradable, donde salimos cuatro personas a darlo todo para que el público perciba que lo estamos pasando bien. Nuestro número ahora se llama ‘Orquesta Nancy’ y hacemos un homenaje a las orquestas, las cuales se dedican a cantar canciones de otros artistas. Eso es lo que realizamos y es lo que verán en Ceuta. Nos hemos dedicado a confeccionar un repertorio de cantantes que nos gustan y va desde Tino Casal hasta Paulina Rubio y pasando por Kasabian. Este es un universo amplio porque disfrutamos con muchos estilos, como el rock, el indie o el disco-chochi.
"El siglo XXI, que parecía que todo iba a ser muy avanzado, se ha convertido en retrógrado"
–Eres artista, locutor, dj… ¿qué le queda por hacer?
–Descansar y que la gente descanse de mí. No sé, tengo la suerte de que todas mis ambiciones se han convertido en un modelo de vida. Lo cierto es que trabajo mucho, pero el ir a un programa de radio o televisión para comentar un reality o presentar a Fangoria, no me lo tomo como un esfuerzo. Lo que sí es cierto es que debería descansar un poco más y tener más tiempo de ocio, aunque admito que el estar con las Nancys es todo un divertimento, pero sin olvidarme de que es un trabajo. Siento si soy un maricón raro, cariño.
–¿Siempre ha hecho lo que ha querido o se ha visto atado según qué momento?
–Jamás. En todo momento hago lo que quiero, como quiero y cuando quiero. Las cosas que no he querido, las he cambiado. No me arrepiento de nada nada del pasado y no tengo ansias porque llegue el futuro. Como se dice, ‘virgencita que me quede como estoy’, con sus cosas buenas y las menos agradables. Hay días en los que se te cruza los cables, discutes con tu mujer o sale algo mal en el trabajo.
–He leído que dijo que en 2024 “todo el mundo descansaría de Mario Vaquerizo”.
–Esta es una forma de hablar, aunque la gente me dice que me expongo mucho, que me voy a quemar demasiado. Pero Concha Velasco ya lo decía: “Quien no se quema, es el que no sale en la televisión”. Lo que dije era a modo de ironía; el que quiera descansar de mí, que no me vea y no venga los conciertos. .
–Nos adentramos en lo personal, me gustaría resaltar los más de 20 años que lleva junto a Alaska. No sería la primera vez que dice que nadie apostaba por su relación con la artista.
–Sí, siempre lo he dicho porque la gente piensa que soy maricón. Si lo fuese, no tendría inconveniente alguno. Personalmente, a mí no me ofenden que hagan ese tipo de comentarios, pero lo que sí me molesta es que a ella se la cuestiona a la misma vez.
–¿Qué balance hace de estos 23 años de casados con Alaska?
–Un balance perfecto, como una montaña rusa. Una vida bonita, agradable. De sobresaliente, pero con sus suspensos y aprobados.
–En las últimas semanas, la prensa se hacía eco de un supuesto rumor sobre su separación. Ya lo desmintió, pero, ¿queda algo más por decir?
–Esto pasó por una persona que habló en TikTok y lanzó ese comentario que luego los medios lo tomaron como una fuente fiable de la que elaboraron sus propios contenidos. A mí no me ofendió lo que se dijo, me molestó que periodistas y periódicos que deben tener en cuenta el código deontológico den por válida esa opinión. Además, si esto hubiese sido así, no me importaría decirlo. Pero no a través de comunicados, sino por mí mismo.
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