La UNED Ceuta inaugura esta tarde, a partir de las 17.30 horas, las jornadas ‘Las fuentes históricas y sus diferentes puntos de vista’. Para ello contará con dos días de conferencias que estarán abiertas para todos los interesados.
Las instalaciones de la Universidad de Granada contarán esta tarde con la presencia del filósofo Manuel Reyes Mate, quien actualmente es profesor de investigación en el Instituto de Filosofía (CSIC). Además, en 2009 recibió el Premio Nacional de Ensayo por su libro ‘La herencia del olvido’.
–¿Corren buenos tiempos para la filosofía?
–No. Se ve que en los programas educativos esta asignatura va decreciendo su papel porque hay un interés creciente por los saberes más técnicos y científicos. Esta es una sociedad de la prisa, la inmediatez y la filosofía necesita su tiempo ya que su reflexión así lo exige.
–Con todos los problemas que hemos vivido: una pandemia, inflación, crisis o la invasión rusa en suelo ucraniano... ¿Cómo se pueden interpretar todos estos acontecimientos a través de la filosofía?
–Estamos viviendo tiempos muy especiales y con muchas preguntas e interpelaciones. Los problemas que aparecen no son menores porque afectan a la integridad del planeta, al futuro de la vida. Pensemos en asuntos como la migración o la amenaza del planeta. El orden mundial debe estar cuestionado. Pensamos que tras la pandemia la sociedad iba a reaccionar para plantearse un modo de vida diferente. Pero nada de esto ha sucedido porque esas dinámicas que imponen los poderes políticos y económicos son imparables. Hace falta una reflexión pública que, si no se cultiva, no se desarrolla; seguirán dominando esas lógicas de poder y dinero que son las que están detrás de estas catástrofes.
"Si no se desarrolla la reflexión pública seguirán dominando las lógicas de poder y dinero que traen estas catástrofes"
–Por ejemplo, ¿cómo se fomentaría ese pensamiento crítico para concebir que la solución no está en las armas?
–Sabemos que esta guerra no es un conflicto bélico que interesa a los ciudadanos rusos y ucranios. Esta es una guerra de poder y se está discutiendo la hegemonía política y militar del futuro. Esto concierne a las grandes potencias como Estados Unidos, Rusia o China; pero en absoluto a la sociedad. Por todo esto, no nos deberíamos de engañar. Empeñarnos en que la solución consiste en que uno de los dos bandos gane, es un engaño. En una guerra pierden todos.
–Esta tarde comienzan las jornadas ‘Las fuentes históricas y sus diferentes puntos de vista’. En relación a esta cita, ¿es momento de acudir a estas fuentes para vislumbrar todo lo que ha ocurrido anteriormente para no caer en una nueva guerra de gran calibre?
–Precisamente, por todo lo que está ocurriendo, voy a hablar de la importancia política y moral de la memoria. Gracias a la memoria hablamos de las víctimas del terrorismo o la guerra. La memoria es el abogado de las víctimas y nace cuando la Europa del siglo XX, con las dos guerras mundiales, toma conciencia de que esto no se puede repetir. El mensaje de la memoria es denunciar un pasado que se cobró muchas víctimas y defender la idea de que nunca más se puede repetir. Hay que tener en cuenta el sufrimiento que la historia causó en el pasado. La memoria de las víctimas denuncia un sistema político, un orden mundial que se construye sobre las espaldas de los más débiles. En resumen, el mensaje que manda la memoria de nuestro pasado, la de la violencia extrema del siglo XX, es que si no queremos que esto se repita, tenemos que tener en cuenta el daño que causó entre los más débiles.
"La memoria es el abogado de las víctimas y nace cuando Europa toma conciencia de las dos guerras mundiales"
–¿La memoria es limitada?
–Mejor dicho, no tiene límites. La memoria de las víctimas golpea a las nuevas sociedades en tanto en cuanto no se haga justicia con ellas. Por eso, hay una responsabilidad histórica de las generaciones actuales, las cuales no son conscientes de las responsabilidades que cargan con respecto a su pasado. Si queremos que nada de lo anterior se repita, este grupo tiene que implicarse, recordar y ser los testigos de esa injusticia pasada.
–¿Da miedo hablar del pasado?
–La historia no se cambia con utopías bellas, sino tomando conciencia del pasado doloroso. Eso es la esencia del concepto del ‘deber de memoria’. Esto pasa por repensar todo lo acontecido. Conocer el pasado es fundamental para que el futuro sea diferente.
Con la llegada de las celebraciones navideñas, Ceuta, al igual que muchas otras ciudades, se…
La ‘Fiesta de las barriadas’ ha continuado este miércoles por todo lo alto en la…
El 'Torneo de Navidad' organizado por el CD Polillas bajo el nombre 'Un juguete, una…
El Papa Francisco hizo un llamado urgente a la paz en su tradicional bendición Urbi…
El World Football Summit (WFS) 2025 se celebrará en Rabat, la capital de Marruecos, los…
Marruecos está intensificando sus esfuerzos de cara a la organización del Mundial de Fútbol 2030,…